Agencia MVT / Opinión / José Contreras Contreras
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) las cosas no parecen ir bien, enfrentamiento es el que viven adentro de sus filas
Las cosas al interior del Partido Revolucionario Institucional parecen ir de mal en peor. La crisis llegó ya al enfrentamiento entre el presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, y el coordinador de los senadores de ese instituto político, Miguel Ángel Osorio Chong.
El hidalguense Osorio Chong advirtió públicamente que recurrirá a las instancias legales en materia electoral para demandar se ponga fin al mandato de “Alito”, como le dicen sus “cuates”, los cuales, por cierto, se van reduciendo en número e importancia.
Dice Moreno Cárdenas que él no se va…
Alejandro Moreno Cárdenas ya expresó públicamente que él no dejará la dirigencia nacional del PRI porque “unos cuantos” lo pidan, en público o en privado, por instancias formales o extraoficiales, pues su plan de vida es concluir el periodo para el cual fue electo. Ni un día más, ni un día menos.
Lo que quizá no ha medido Moreno Cárdenas es el daño que realmente le está haciendo al instituto político que preside, pues cada día que se mantiene en el cargo parece que llena al propio PRI de argumentos para seguir ahondando en el rechazo popular que con los años se ha ganado. Nada bueno de cara a las próximas elecciones.
Debacle electoral del PRI proporcionar al desaseo de “Alito”
De hecho, hay quienes opinan que la debacle electoral que vivió el Revolucionario Institucional el pasado domingo 5 de junio es directamente proporcional a los escándalos en los que su dirigente nacional se ha visto envuelto, principalmente impulsados desde la oficina de la gobernadora de Campeñe, su estado natal.
Parece que Layda Sansores San Román le tiene jurado el destino a Alejandro Moreno Cárdenas y hoy lo “cocina” a fuego lento con una serie de audios, evidentemente ilegalmente obtenidos, pero que dejan de manifiesto la clase de persona que en realidad es el mentado “Alito”.
Revela Layda Sansores al verdadero Moreno Cárdenas
Así, los mexicanos nos hemos ido enterando semana a semana de presuntos negocios ilícitos, como en la más reciente entrega de los audios de Layda Sansores, o de lo que piensa sobre el control a los representantes de los medios de comunicación, con aquello de matarlos de hambre, o cómo ha utilizado los cargos para hacerse de propiedades en todo Campeche.
Cada una de esas puñaladas ha tenido un efecto definitivo en la opinión pública, para la cual “Alito” es algo más que un “no deseado” que lamentablemente ejerce un gran poder al seguir a la cabeza de uno de los partidos políticos más importantes del país.
¿Osorio Chong vs “Alito” es el principio del fin para el PRI?
Por ello, el reciente conflicto entre Moreno Cárdenas y Osorio Chong puede ser definitivo y marcar la ruta para el final del mandato de “Alito” en la cúpula del Partido Revolucionario Institucional.
Nadie puede ser tan “inocente” como para pensar que el claro repudio que algunos exdirigentes han externado sobre la labor de Moreno Cárdenas no esté afectando al PRI y de ello se deriven los traspiés electorales que han marcado el mandato precisamente de Moreno Cárdenas.
César Camacho y Carolina Monroy podrían ser pieza clave
A nivel Estado de México hay por lo menos dos personajes relevantes que están involucrados en ese asunto: el exgobernador César Camacho Quiroz y la expresidenta municipal de Metepec, Carolina Monroy, ambos ex presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, quienes, en buenos términos, intentaron convencer a Moreno Cárdenas que su tiempo había concluido, no estatutariamente pero sí políticamente.
Lamentablemente “Alito” es uno de esos sujetos que no sabe cuando la fiesta terminó y tratan de llevar la “pachanga” hasta sus últimas consecuencias, por ello las cosas están llegando al extremo de un enfrentamiento jurídico que dejará muy mal parado al PRI. Si es que se puede más de lo que ya está.
O se va o lo sacan a patadas
Son horas las que tiene Moreno Cárdenas para recomponer el camino e irse por voluntad propia, antes de que en verdad lo saquen a patadas y provoque otro sisma cuya “operación cicatriz” le saldrá muy cara al PRI. Tal vez no haya tiempo para el “control de daños” que esa bronca podría de dejar al PRI y estaríamos de cara a la sepultura del otrora poderoso partido político.