¿Es el fin del viejo PRI?

Los resultados de las elecciones del domingo 5 de junio marcan una ruta de vida o muerte para el Partido Revolucionario Institucional
¿Es el fin del viejo PRI?
Los resultados de las elecciones del domingo 5 de junio marcan una ruta de vida o muerte para el Partido Revolucionario Institucional

Agencia MVT / Opinión / José Contreras Contreras

Este domingo 5 de junio hubo elecciones en seis importantes entidades del país: Oaxaca, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Durango y Aguascalientes renovaron gubernaturas y en algunas de éstas también se votó por diputados locales. El resultado preliminar indica que Morena y sus aliados obtuvieron cuatro triunfos y dos serán para la alianza PRI-PAN-PRD.

El gran ganador obviamente será el Movimiento de Regeneración Nacional pues gobernará cuatro entidades que estaban en manos de otros partidos políticos, como Hidalgo donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantuvo la hegemonía los últimos 93 años, lo mismo que en Tamaulipas donde el PRI también pasará a la historia como partido mayoritario y Oaxaca donde el tricolor siempre fue gobierno con todo y sus variantes.

Es decir, el PRI perdió casi todo, a excepción de la gubernatura de Durango, la cual retuvo y de paso sepultó el desarrollo que en los últimos años observó ahí el Partido del Trabajo de la mano de la familia González Yáñez, sí, la misma que alguna vez conquistó el gobierno municipal de uno de los más importantes municipios del Estado de México: Metepec, en la persona de Oscar González Yáñez, uno de los personajes más “oscuros” de la izquierda mexicana.

Quintana Roo, el estado considerado como “la joya de la corona”, por lo menos en materia turística y por lo tanto en la captación de divisas extranjeras, también será para el Movimiento de Regeneración Nacional, lo que habla también de un importante desarrollo de la organización política que creó y todavía encabeza, en los hechos, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el sureste mexicano.

Para el Partido Acción Nacional, con todo y coalición con priistas y perredistas, el único triunfo claro fue en Aguascalientes, entidad territorialmente pequeña pero que constituye un bastión para la ultraderecha albiazul, lo mismo que Guanajuato.

¿Cómo entender los resultados electorales de este domingo 5 de junio?

En términos reales, se trata de un desplazamiento geopolítico hacia la izquierda, pues con estos resultados Morena y todo lo que representa y que algunos llaman Cuarta Transformación se consolida como la fuerza política mayoritaria en el país, lugar que le cede de norte a sur de la República Mexicana el Partido Revolucionario Institucional.

En los hechos, el viejo PRI da sus últimos estertores, y de 31 entidades del país que gobernaba al principio de los años noventa del siglo pasado, ahora, una vez que cambien los gobiernos por quienes fueron electos este domingo, solamente será gobierno en dos entidades del país: Coahuila y el Estado de México.

En este último punto radica para los mexiquenses la importancia de los resultados electorales de este domingo: pues el Estado de México es prácticamente el último reducto del viejo PRI, la última gran posición que mantiene el tricolor, luego de ceder al paso de los años los gobiernos de las entidades más importantes del país, proceso que comenzó precisamente con la capital del país, otrora Distrito Federal que se convirtió en Ciudad de México cuando el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas fue el primer dirigente emanado de la izquierda mexicana que conquistó una elección ahí.

Al paso del tiempo el PRI perdió también el control y el poder político en las principales plazas del país, como Nuevo León, donde hoy hay un gobierno emanado del Movimiento Ciudadano, como también lo es en Jalisco.

¿Qué va a suceder en el Estado de México?

La pregunta parece complicada de responder en este momento, pero lo que es un hecho es que, desde ahora, a un año de las elecciones en las que se decidirá la gubernatura mexiquense, las cosas no pintan nada bien para los priistas mexiquenses, cuando, al menos desde fuera, se observa un instituto político desarticulado, con un dirigente apenas “mediano” y una cabeza política al que parece importarle muy poco lo que suceda con esa organización política.

Y es en este punto donde debe hacerse un análisis serio y responsable de cuál fue el papel que jugaron los gobernadores de los estados donde el PRI perdió irremediablemente este domingo 5 de junio de 2022, pues es fácil observarse que no hubo respaldo alguno para los tricolores desde las respectivas gubernaturas de Oaxaca, Hidalgo, Tamaulipas y mucho menos en Hidalgo.

Si bien no se puede asegurar y mucho menos comprobar que esos gobernadores hayan “jugado” prácticamente a favor de Morena, pues tampoco lo hicieron en beneficio del PRI, lo que es evidente es que se alejaron de su instituto político, se dieron la vuelta y lo dejaron a la deriva para condenarlo a las contundentes derrotas que ya se pueden confirmar.

Parece que está dando resultado la estrategia de Andrés Manuel López Obrador de premiar con embajadas a aquellos gobernadores que se hacen a un ladito para dejar pasar el tráiler de la Cuarta Transformación, y esa es la interrogante que pronto vamos a responder en el Estado de México.

¿Se irá de embajador Alfredo del Mazo Maza?

De ser así, viene por delante una tersa transición política en el Estado de México, pues si el hoy titular del Ejecutivo mexiquense no pone el cuerpo y lucha por preservar esa posición para el instituto político que lo impulsó para llegar él a la gubernatura mexiquense, la suerte está echada y hoy muy poco que se pueda hacer desde la trinchera priista para evitarlo.

El triunfo que se rescató en Durango es el mejor ejemplo de que, cuando se quiere, se puede, sin que los gobernadores incurran en la ilegalidad y únicamente aprovechen las posibilidades que sí les confiere la ley electoral para impulsar a sus partidos políticos y otras opciones que, en los hechos, se dan algunos políticos como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, el Secretario de Gobernación del país y hasta el Canciller mexicano.

La intervención de Alfredo del Mazo Maza para evitar el fin del viejo PRI se tiene que ver ya, pues esa responsabilidad pasa por el proceso previo a la selección de candidata o candidato, la opción de ir o no en alianza con Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y probablemente hasta con Movimiento Ciudadano, y por supuesto el respaldo que desde los programas institucionales y las acciones de gobierno se den como ejemplo de que el PRI sí sabe gobernar.

No falta mucho, un par de meses para las decisiones definitivas, y a partir de este lunes todo lo que haga o lo que deje de hacer el actual gobernador del Estado de México repercutirá directamente en el futuro de un partido político que fue ejemplo de fortaleza pero que poco a poco parece desmoronarse ante la ausencia de personajes de peso que verdaderamente puedan influir en su rescate.

Sobre el Autor José Contreras

Miercoles 24 de Abril del 2024 9:47 am