Agencia MVT / Staff
TOLUCA, México, 2 de Septiembre del 2017.- Detrás de promesas infundadas como el que en otra ciudad le va a ir “muy bien”, los migrantes enfrentan discriminación por nacionalidad, color de piel y lenguaje, incluso por creencias religiosas, afirmó Alejandro Zarur Osorio, miembro activo del Centro de Investigación y Estudios en Movilidades y Migraciones de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Durante su participación en la Feria Internacional del Libro (FILEM) Toluca 2017, con la conferencia Ciudades y Migrantes, Actores Sociales, Espacio de Sombras y Promesas, el investigador advirtió que el racismo no solo se enfrenta en los Estados Unidos de América, porque los propios mexicanos discriminan a quienes atraviesan el país por motivos de migración.
«El concepto migración tiene una dicotomía; es decir, una división la cual tiene que ver con la postura de la conveniencia de quien habla de la migración, como tal, puede ser gente que ame y apoye a los migrantes y gente que los odie”, indicó el especialista Zarur Osorio.
Habló de las promesas que sufren a diario los migrantes, tales como que en una ciudad ajena les va a ir muy bien, que van a ganar en una moneda más elevada a la propia.
“Pero en realidad el migrante sufre de discriminación por su color de piel, nacionalidad, lenguaje y el racismo que existe siempre en las llamadas comunidades cuando llega gente nueva contra los llamados fuereños, siempre la naturaleza del ser humano es proteger su territorio”, acotó.
“Desde tiempos anteriores cuando las aldeas todavía eran nómadas la gente emigraba porque en el lugar donde habitaban ya se había acabado la comida o había llegado otra aldea desterrando a los habitantes del lugar. Eso pasa aun en la actualidad, cuando en nuestro propio país ya no encontramos un trabajo donde nos paguen lo suficiente para vivir o el malinchismo que tenemos al recibir a un extranjero y tratarlo mejor que al paisano y darles mejores oportunidades de trabajo”, consideró.
Menciono también que en Estados Unidos de América hay las llamadas “ciudades santuarios”, las cuales protegen al migrante de la policía y de las leyes de Donald Trump, como Miami, donde hay mucha diversidad de nacionalidades como cubanos, mexicanos, españoles, entre otros.