Agencia MVT / Mario Vázquez de la Torre
- Las breves conversaciones son una bocanada de oxígeno para las víctimas de la pandemia y sus seres queridos
Toluca, México a 21 de mayo 2020.- “Échale ganas, muchas ganas, viejo, los niños y yo te estamos esperando a que salgas, pero tienes que componerte pronto”, le dice Maricela a su esposo, que está internado en el área de contingencia para pacientes infectados de Covid-19, a través de una video llamada en el Centro Médico Adolfo López Mateos.
Son las 10:45 de la mañana y el acceso principal al hospital se empieza a llenar de personas, son los familiares de los pacientes internados por coronavirus que se acercan hasta el cordón amarillo que delimita el paso.
Una mujer policía, con voz enérgica, va nombrando de una lista uno a uno el nombre y la cama del enfermo, y le señala a su visitante la fila donde deben formarse para esperar se les permita el acceso. Solo puede ingresar una persona, nadie más.
Para las 11:00 horas permiten el paso de los familiares, todos usan cubrebocas y la mayoría lentes de protección, les colocan gel anti bacterial en las manos y avanzan formados hasta donde se ubica un mural, a un costado del auditorio. Van formados en grupos que se conformaron de acuerdo al piso en que son atendidos sus familiares.
El personal técnico aún realiza algunos ajustes con las dos tabletas electrónicas que han sido colocadas en una base y un teléfono celular de respaldo, mientras tanto en una carpa están dos médicos para dar informes y responder las dudas de los familiares de aquellos enfermos en condición crítica, que están sedados e intubados, en terapia intensiva del área de contingencia Covid.
Sus caras de angustia no se ocultan, escuchan con atención el informe médico, que por más sutil y profesional que se presente no deja de ser un “golpe en el pecho”, saber la gravedad de un ser querido que se debate entre la vida y la muerte; el pronóstico es reservado y no hay más que esperar el próximo reporte médico o la fatal llamada telefónica.
Ellos no tendrán la posibilidad de ver a través de una video llamada a sus familiares, a menos que sea autorizado por el personal de psicología del hospital.
A los familiares de los enfermos internados en los pisos 2 y 3 se les llama a un escritorio donde se les pide que lean y firmen un documento, es una Carta de Consentimiento Informado de Video llamada Covid-19; en ella les explican que el paciente podría verse alterado por ver a sus familiares a través del dispositivo electrónico y además se les advierte la prohibición de grabar audio y/o video durante la conversación.
Personal del hospital termina las pruebas de conexión entre una tableta electrónica que es operada por una persona que esta con equipo de protección en el área de aislamiento Covid, quienes comprueban que haya video y audio optimo y empiezan a comunicar a los familiares.
– “Hola mana, ya nos vamos, tú tranquila no te desesperes”.
– “Cómo estas hijo, eres un guerrero y vas a salir bien de esta”.
– “Hola papá, todos estamos bien, mis hermanos están bien y todos estamos orando por ti”.
– “Aquí nos vemos afuera, compadre, échale ganas, ya compré un Martell”.
– “Échale ganas, muchas ganas, viejo, los niños y yo te estamos esperando a que salgas, pero tienes que componerte pronto”.
Son algunos fragmentos de las conversaciones que, por breves que sean, brindan un poco de tranquilidad y resiliencia sobre la condición y evolución clínica de sus seres queridos hospitalizados.
Georgina es originaria de la Ciudad de México y vino a ver por video llamada a su cuñado, un hombre de 35 años con antecedentes de diabetes que ingresó al Centro Médico hace nueve días con síntomas de Covid-19, lleva dos días en terapia intensiva después de que lo intubaron y ahora está conectado a un respirador, su pronóstico es reservado.
“Vine a darle ánimos, le traje una grabación que le hicieron mi hermana y sus hijos para que la escuche y sepa que no está solo, que habemos muchas personas que lo queremos… todavía tiene una gota de vida” comenta Georgina con la voz entrecortada y tratando de contener las lágrimas.
“Antes podíamos hablar con él y nos contestaba, pero hace dos días lo intubaron y hasta hoy me permitieron a mí, por ser su cuñada, verlo y hablarle con este sistema de los teléfonos en internet”, concluye Georgina, una de las tres personas que tiene permitida una video llamada con pacientes que están intubados e inconscientes.
Setenta personas tuvieron contacto con sus familiares a través del sistema de video llamadas esta mañana. El Centro Médico ha definido dos turnos para realizar este procedimiento, 11:00 y 17:00 horas todos los días de la semana, un sistema que ha permitido aliviar un poco la angustia de quienes buscan informes del estado de salud de su familiar enfermo de Covid-19.
A partir del 2 de mayo la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de México implementó el sistema de video llamadas para dar informes sobre la evolución clínica y estado de salud de los pacientes internados en los hospitales donde se atienden por Covid-19.
Esto derivado de la irrupción violenta al Hospital General Las Américas, de Ecatepec, de un grupo de familiares de enfermos por Covid-19 que exigían a los servicios médicos información del estado de salud de los enfermos.
Los nombres de Maricela y Georgina fueron cambiados para cuidar la identidad de las personas.