Agencia MVT / Staff
ALMOLOYA DE JUÁREZ, México, 1 de Febrero del 2018.- A Gerardo González Soto, alias “El Loquillo”, quien se pensaba se había fugado del Centro de Readaptación y Reinserción Social de Almoloya de Juárez, Santiaguito, lo encontraron en un contenedor de basura, donde se supone que “se quedó dormido” desde el domingo.
De acuerdo con testimonios de otros presos, “El Loquillo” despertó y salió solo al patio, donde se reunió con el resto de la población penitenciaria, “porque le dio hambre”.
La última vez que los presos y custodios del penal Santiaguito, en Almoloya de Juárez, habían visto a Gerardo González Soto, alias “El Loquillo”, fue cuando se realizaba la visita familiar de la población de Sentenciados, el pasado domingo 30 de Enero.
Cuando la visita acabó él ya no se reportó al pase de lista, y fue cuando personal de la Secretaría de Seguridad del Estado de México ingresó a la penitenciaría a realizar una búsqueda que incluyó el cateo de los dormitorios de las áreas femenil y varonil, pero no lo encontraron.
Al respecto, la noche del lunes 31 de enero, a través de un boletín de prensa, la autoridad mexiquense informó que: “Personal de Guardia y Custodia de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DGPRS) de esta entidad localizó a Gerardo González Soto, al interior del propio el penal de Santiaguito, ubicado en este municipio”.
“Conforme a los protocolos de ley se dio la alerta el pasado lunes y se realizó la puesta a disposición de un custodio”.
“Se emprendió una investigación por parte de asuntos internos, lo que derivó en que ayer martes fuera localizado dentro del centro en buen estado de salud”.
“Por la secrecía de la investigación interna y la seguridad del PPL se le mantuvo a buen resguardo y a las 20:00 horas de hoy se le trasladó a otro centro diverso para salvaguardar su integridad. La SSEM investiga al personal del centro preventivo por presunta responsabilidad”, concluye el comunicado.
Gerardo González Soto, ingreso al Penal de Santiaguito en marzo del año pasado y purga una sentencia, en primera instancia, de más de 41 años de prisión por el delito de violación.