Viven “noche de terror” en Lerma por presunto abuso policíaco

Agencia MVT / José Contreras Contreras

 

LERMA, México, 9 de Agosto.- Presuntos policías municipales de Lerma y algunos estatales, todos vestidos de negro, algunos con pasamontañas cubriéndose el rostro, y todos con armas largas, allanaron la madrugada de este martes por lo menos tres domicilios particulares en la colonia Guadalupe, de la cabecera municipal, donde sometieron a civiles, los torturaron y robaron objetos de valor.

Sonia Gutiérrez Garduño, su hermano Marco Antonio, y su vecino Uriel Herrera Espejel, relataron que “vivieron una noche de terror”, víctimas del abuso policíaco. “A mi vecino lo esposaron, le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza, le dieron toques eléctricos, lo golpearon, y a mi intentaron violarme”, relató.

Explicaron que Uriel Herrera Espejel es velador en una residencia y un predio adjunto, y ahí fue donde los policías llegaron para “asegurarlo”. Lo obligaron a decir dónde vivía, y luego lo llevaron a su casa, donde entraron por la fuerza, se llevaron objetos de valor, lo siguieron golpeando, y luego hicieron presuntos “cateos”, en las casas adyacentes, comenzando por la de la familia Gutiérrez Garduño.

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Sonia Gutiérrez Garduño indicó: “eran como las 02:30 de la madrugada cuando llegaron a la casa, casi tiraron la puerta a golpes. Yo salí a abrir, y cuando abrí me aventaron, me tiraron al piso, me sometieron, me golpearon, y luego me llevaron al cuarto para intentar violarme”.

Minutos antes de presentar una queja formal ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México por presunto abuso policial, Sonia Gutiérrez Garduño explicó que en su casa viven sus papás, su hermano Marco Antonio, otra hermana, cada quien con hijos, que en total suman ocho, y a todas esas personas las sometieron y golpearon los presuntos policías de Lerma y estatales.

Dijo que nunca pudo contar cuántos policías eran, pues unos entraban y otros salían, unos los golpeaban, otros los jalaban, y nunca les dijeron qué era lo que querían, qué buscaban en su casa o de qué los acusaban para tenerlos sometidos en contra su voluntad.

“A mi vecino se lo llevaron, lo anduvieron paseando más tiempo, lo siguieron golpeando toda la noche, y, luego, sin quitarle las esposas, lo aventaron de una patrulla en movimiento, como para matarlo, y lo abandonaron cerca de las casas donde ellos ya sabían que vivíamos”, añadió.

Después de la incursión de los presuntos policías, los afectados se vistieron, se abrigaron y se dirigieron de inmediato al Centro de Justicia de Lerma, para intentar iniciar una denuncia formal sobre lo que habían vivido, pero el agente del Ministerio Público en turno les dijo que “eso no era de su competencia”, y los envió a Toluca, a la Procuraduría General de Justicia, a interponer la denuncia.

En Toluca, en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia, les dijeron que ahí tampoco los podían atender, que era un asunto que tenía que denunciarse ante la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos, les dieron la dirección de esa dependencia, y los enviaron allá a denunciar.

Cuando llegaron a la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos estaba cerrado, les dijeron que abrían hasta las 10:00 de la mañana, por lo que en su desesperación decidieron acudir ante la Comisión de Derechos Humanos para denunciar lo ocurrido.

Miercoles 24 de Abril del 2024 1:49 pm