Agencia MVT/ Guillermo Guadarrama
San Mateo Atenco, México, 25 de octubre de 2018.- Habitantes de San Mateo Atenco, en su mayoría fabricantes de calzado, celebraron este jueves y como cada año, el día de San Crispin y San Crispiniano, santos patronos de los zapateros celebración que inició a partir del mediodía.
Con una homilía en honor a ambos santos, más de mil feligreses dedicados a esta labor artesanal del calzado se reunieron a las afueras de la iglesia de San Isidro, en San Mateo Atenco para agradecer por un año más de labor y sustento a través del trabajo a base de cuero y suelas.
Además, se encargaron de llevar sus respectivas imágenes de estos santos, donde se les muestra trabajando en la elaboración de calzado para que fueran bendecidas en el lugar.
Cabe destacar que San Mateo Atenco es conocido en gran parte del país por la tradicional elaboración de calzado a través del cuero, actividad que ha pasado por generaciones y que ha dado sustento a las familias de este municipio.
Los reportes históricos sobre este municipio datan que la primera noticia que se tiene de aquella actividad en San Mateo Atenco corresponde al año 1873 (Archivo municipal de S. M. Atenco, Libro de Matrimonios, 1873) y fue durante la segunda mitad del siglo XX que tuvo lugar la transformación del taller manufacturero en fábrica de calzado, con lo que la zapatería, además de presentar una continuidad en el contexto del desarrollo industrial de la zona, constituye la actividad con base en la cual se produjo el cambio económico de la demarcación.
En tanto a la religión se cuenta que estos dos santos estando en Roma y siendo abiertamente católicos, tenían problemas para ejercer su fe, razón por la cual emigraron al norte de Francia, en donde ayudaron a los más necesitados regalándoles el calzado que ellos mismos fabricaban, siendo La Galia en donde son aprehendidos y ejecutados, fueron decapitados y sus cabezas se encuentran en Roma en el templo de San Lorenzo, mientras que el resto de sus cuerpos son altamente venerados en la mencionada ciudad francesa.
Es por eso que a la postre de haberse celebrado esta misa en honor a San Crispin y San Crispiniano, los zapateros regresan a sus hogares a ofrecer alimentos, bebidas y una fiesta a sus seres queridos y familiares como muestra de agradecimiento a sus santos patronos.