TOLUCA, México, 9 de Sep.- Fernando Alberto García Cuevas, representante del Partido Revolucionario Institucional ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México, puntualizó que las elecciones federales y estatales han concluido, por lo que ahora corresponde reconstruir la unidad nacional, fortalecer el trabajo en equipo en el Estado de México y alentar la corresponsabilidad ciudadana que tanto requerimos para resolver nuestros problemas y desafíos comunes.\r“El mandato de los electores definió claramente el camino a seguir, tanto para el país como para el estado”, puntualizó.\r“Los resultados expresados por los electores fueron resueltos puntualmente por las autoridades electorales de los tres niveles, por lo que ahora corresponde a cada participante aceptar con entereza los resultados, aún cuando no les favorecieron, precisó.\rGarcía Cuevas advirtió que, de no hacerlo así, se asumirán actitudes destructivas, “pretendiendo ensuciar y culpar todo lo que encuentren a su paso, ya sean personas o instituciones, en lugar de aceptar sus propias culpas, aprender la lección, respetar la decisión y el mensaje de la ciudadanía y seguir adelante”.\r“Algunos tristemente siguen demasiado ocupados en odiar, vociferando todo el tiempo, vituperando, enfermos incurables de un profundo resentimiento que los calcina; sin embargo, en México lo que necesitamos es respeto, confianza y unidad”, aclaró.\rGarcía Cuevas enfatizó que al Instituto Electoral del Estado de México corresponde trabajar para superar la discordia, las tendencias antisociales, egoístas y la terrible desconfianza social, que a final de cuentas, “es el impuesto más caro que pagamos los ciudadanos”.\rHizo un llamado a todos los integrantes del IEEM a no perder de vista que el fundamento esencial de la democracia es la legitimidad que se fundamenta en el consentimiento de la autoridad del pueblo.\rLa democracia –concluyó– es el valor de la participación de los ciudadanos, constituidos en el poder de una colectividad, de una comunidad organizada suficientemente, para influir en la vida pública y en la definición de su propio destino.\r