Agencia MVT
Al señalar que el papel de las mujeres migrantes en los Estados Unidos varía de acuerdo a las circunstancias individuales, la Licenciada en Mercadotecnia, Giselle Arellano destacó que algunas de ellas pueden enfrentar desafíos únicos relacionados con su estatus migratorio, como la deportación o la separación familiar, mientras que otras; pueden sentirse integradas en la sociedad estadounidense
Señaló que Estados Unidos tiene una larga historia de inmigración, y las mujeres migrantes han sido parte de este proceso, sin embargo, en los últimos años, el número de mujeres migrantes que llegan a los Estados Unidos ha aumentado significativamente de acuerdo al Centro de Investigaciones Pew (Pew Research Center), que asegura que la cantidad de mujeres hispanas que viven en los Estados Unidos creció de 43 por ciento entre el año 2000 y el 2010, al 61 por ciento; en el 2022, lo que refleja que una de cada tres mujeres que viven en el país norteamericano, es Latina.
Este aumentó, indicó la también migrante Giselle Arellano se debe en gran parte al hecho de que ahora las mujeres cuentan con más probabilidades que los hombres de emigrar a los Estados Unidos y de encontrar trabajo con mayor rapidez en el sector doméstico o bien, apoyando iniciativas de justicia social en sus comunidades o sirviendo como líderes en sus iglesias u otras organizaciones religiosas, por ello; –dijo- el papel de las mujeres migrantes en los Estados Unidos es diverso y complejo, y depende en gran medida de las experiencias y los antecedentes de cada mujer.
En este renglón, apuntó que las mujeres migrantes, llegan a Estados Unidos en busca de oportunidades económicas, sin embargo enfrentan desafíos relacionados con su estatus migratorio o bien son víctima de una triple violencia: la de género, de estatus y de frontera, debido a que sufre discriminación en base al rol que la sociedad asigna a hombres y mujeres donde éstas deben ser sumisas e obedientes a los hombres, lo que les impide tener el mismo acceso que ellos a la educación, el trabajo, la política y otros ámbitos de la vida.
Asimismo, agregó que la violencia de estatus se produce cuando las personas migrantes son tratadas como si fueran seres inferiores y no como seres humanos con todos los derechos, lo cual se manifiesta cuando las mujeres son tratadas deshumanizadamente por parte de las autoridades o bien cuando se da el maltrato físico y psicológico, la discriminación y el racismo.
Pero, la mujer también enfrenta la violencia de frontera, apunto la también migrante al destacar que ésta se produce cuando las personas migrantes son detenidas o expulsadas de forma ilegal por las autoridades de inmigración, las cuales ejercen todas estas formas de violencia de manera más intensa y durante todo el proceso de migración, lo que hace que su situación sea aún más vulnerable e insegura.
Indicó además de que la mujer migrante enfrenta el espectro de la violencia doméstica la cual de acuerdo a estadísticas de National Domestic Violence Hotline (Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica), el 65 por ciento de las mujeres migrantes han sido víctimas de violencia doméstica lo que se debe en gran parte, a la falta de recursos y de una red de apoyo a la que pueda acceder para ser protegida.
Por estas razones,-concluyó Giselle Arellano– se hace necesario brindar apoyo a las mujeres migrantes durante todo el proceso de migración, desde la preparación para el viaje, el tránsito y el tramo final en el país de destino, además de que se debe garantizar que cuenten con los recursos necesarios para hacer frente a los retos y obstáculos que enfrentarán durante su trayectoria, al tiempo de brindarles el apoyo necesario para que puedan recuperarse de las experiencias traumatizantes que hayan vivido.
Giselle Arellano
Lic. en Mercadotecnia por el ITESM y la California State University of Northridge. Ha realizado estudios de post grado en el IPADE Business School. Precursora de los Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por la ONU, e impulsora para disminuir la brecha de participación de mujeres de alto impacto social y los niños.
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