Agencia MVT / Staff
METEPEC, México, 22 de Junio del 2017.- Vecinos del conjunto habitacional Foresta, en Metepec, exigieron al consorcio ARA el cumplimiento de una serie de obras de infraestructura pendientes, mismas que prometieron antes de que ellos adquirieran sus casas y, hasta la fecha, no se han concretado.
Graciela Rodríguez y Araceli Chavarría, administradora y presidenta de la Asociación de Colonos, respectivamente, relataron que las calles siguen con instalaciones inconclusas, sobre todo en materia de energía eléctrica, agua potable y alumbrado público, lo que va en detrimento de la calidad de vida de quienes habitan las mil 300 casas del conjunto.
Señalaron que en los últimos días enfrentan carencia de agua potable, debido a que las bombas de extracción y distribución del líquido se encuentran descompuestas, luego fueron desconectadas del sistema de energía eléctrica, presumiblemente para que no se tirara el líquido, por lo que los vecinos solamente disponen del servicio por algunas horas.
“Tenemos agua un rato, cuando ponen por lo menos una de las bombas, pero después nos quedamos sin agua, porque desconectan las bombas. Nos dicen que están descompuestas, pero si lo estuvieran, no servirían cuando sí las conectan”, señaló Graciela Rodríguez.
Señaló que el problema de las bombas es reciente, pero no así lo que tiene que ver con una serie de bardas que la constructora ARA se comprometió a edificar para separar algunas de las privadas, y no lo ha hecho.
Tampoco está completo el sistema de alumbrado público, unas zonas sí disponen del servicio y otras viven en penumbras.
“Los vecinos siempre han cumplido con sus cuotas de mantenimiento, pero es la constructora la instancia que no ha cumplido con todo lo que se nos prometió cuando compramos nuestras casas”, explicó Araceli Chavarría.
Los afectados solicitaron la intervención de la autoridad estatal y federal para evitar un fraude de los fraccionadores, pues se tienen antecedentes que en otros conjuntos habitacionales promovidos por Grupo ARA han hecho exactamente lo mismo, venden, cobran y se van, dejando casas a medio construir y servicios sin utilizar.
“Así les entregan a los ayuntamientos, y por una extraña razón, las autoridades no les obligan a cumplir con los contratos que ellos mismos establecen. Ofrecen mucho, pero cumplen poco”, concluyeron las representantes vecinales.
