José Contreras Contreras
ALMOLOYA DE JUÁREZ, México, 16 de Marzo.- Los casi 3 mil 500 internos que alberga la cárcel estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, pasaron tres días sin energía eléctrica, como consecuencia de los fuertes vientos que azotaron al Valle de Toluca durante la contingencia meteorológica.
Ningún sistema de organización interna del reclusorio funcionó desde el miércoles 9 de marzo hasta después del mediodía del viernes 12, como tampoco operaron los sistemas de bombeo de agua, por lo que durante tres días no hubo líquido ni para preparar los alimentos y menos para bañarse.
“Todo fue un lío, no tuvimos luz, no tuvimos agua, no dejaron entrar a nuestros familiares porque les decían que no había sistemas para la revisión en las aduanas, tampoco a los abogados que nos visitan para la defensa, y también las audiencias se suspendieron porque no había computadoras para escribir en los juzgados”, relató Marco Antonio, un recluso que enfrenta proceso por robo con violencia.
También comentó que se vino abajo uno de los postes del área abierta de visitas familiares, el denominado Lunario, al que los presos le dicen “El Papalote”, lo que afortunadamente no lesionó a nadie porque todo el mundo había sido confinado a las celdas, debido a los riesgos que implicó el fuerte viento.
Otro de los internos comentó que la falta de energía eléctrica causó también problemas en la cocina. “Yo participo en la cocina, y fue casi imposible preparar los alimentos, no había licuadora, no había batidora, y usted debe entender que es muy complicado preparar alimentos para tanta gente sin ese tipo de instrumentos”, dijo.
“A nosotras lo que más nos perjudicó fue la falta de agua, otra vez estuvimos varios días sin agua, e imagínese usted, somos como 200 mujeres confinadas en un solo dormitorio, y todas sin bañarse. Está difícil”, dijo quien se identificó como Gloria.
Según los presos, la autoridad carcelaria no dio ninguna explicación y mucho menos planteó alternativas para enfrentar esa situación. “Aquí tienes que acostumbrarte a lo que hay, si hay luz, si no hay luz, si hay agua, si no hay agua, a todo le tiene uno que entrar, los jefes siguen tan campantes, al cabo que ellos sí se van a su casa cuando acaba su horario”, concluyó la interna.