Torturan a presos en cárceles del Edomex para extorsionar a sus familiares

Agencia MVT / Staff 

* En una serie de videos se muestran como “El Tatos” y su banda usan la tortura ante la presunta complacencia de autoridades penitenciarias.

Nezahualcoyotl, México, 26 de Octubre del 2017.- Un grupo delictivo, cuyos integrantes se encuentran presos en cárceles del Estado de México y son encabezado por un sujeto identificado como Luis Fernando Arias, alias “El Tato” o “El Tatos”, emplean la tortura y la extorsión, bajo la presunta complicidad –por lo menos por omisión– de autoridades penitenciarias, para obtener importantes cantidades de dinero y bienes materiales como casas, terrenos e incluso automóviles; a quien no cede a sus exigencias les cuesta la vida.

Un paquete de varios videos, entregados a la Agencia de Noticias MVT, documentan los métodos de tortura que utiliza este grupo delictivo; son videos que hacen llegar, a través de terceras personas, a los familiares de sus víctimas que están recluidos en las penitenciarías mexiquenses, para presionar la entrega de dinero y bienes materiales, bajo amenaza de que, quien no ceda a sus demandas, “será torturado hasta que muera”.

Familiares de internos de penales como El Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl; Chiconautla, en Ecatepec, y La Palma, en Almoloya de Juárez, solicitaron en distintas ocasiones, vía carta, la intervención del director de Prevención y Readaptación Social del Gobierno del Estado de México, Luis Arias González, para frenar lo que calificaron como “un ambiente de terror y extorsión en contra de los presos”.

“…tengo el temor fundado de que le vayan a privar de la vida a mi señor esposo, por no cumplir con los depósitos que piden…”. se lee en la carta entregada al titular de Readaptación social, solo nueve días después fue encontrado muerto en su celda.

Los familiares de los internos en las penitenciarías mexiquenses nunca recibieron respuesta alguna a su solicitud, y, por el contrario, “cada vez que presentamos una denuncia, arreció el maltrato para nuestros internos”, acusó el hermano de una de las víctimas, a quien solicitó la reserva de su identidad, pero mencionaremos como “Claudio”.

“El miedo, ellos viven del miedo, del miedo por el dolor que causan a los presos dentro de las cárceles, pero también del miedo que causan a los familiares. Imagínate lo que se siente cuando ves un video de esos en el que están golpeando, quemando, dándole toques eléctricos a tu hermano, a tu padre, o al que sea de tu familia”, señaló “Claudio”.

Pero la tortura tiene un extremo: el homicidio, pues no todos resisten las vejaciones a las que los son sujetos los presos por el grupo que comanda Luis Fernando Arias, “El Tatos”.

 

La banda de “El Tato” o “El Tatos” (con camisa de vestir gris, gorra y lentes obscuros), en el interior del penal de Neza Bordo. Agencia MVT

“Ya van varios muertos. Los que no aguantaron la tortura, o aquellos a los que simplemente ya los exprimieron, ya no tienen qué más quitarles, y entonces los matan, pues ya no les sirven para nada”, relata la hermana de otro preso quien aseguró haber hecho diez depósitos de dinero en una cuenta de Banco Azteca en la que concentran el producto de las extorsiones.

Uno de los casos más recientes de víctimas mortales del sistema de tortura y extorsión que opera en las penitenciarías del Estado de México tiene nombre: Erik Rosas Navarro, de 34 años, muerto el pasado 12 de septiembre del 2017.

Él fue detenido e ingresado al penal de La Palma, en Almoloya de Juárez, y fue juzgado y sentenciado a 8 años y 8 meses de prisión por robo con violencia; pasó más de tres años en esa cárcel antes de que lo trasladaran, primero a Otumba y luego al Centro de Prevención y Readaptación del Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl, en enero del 2017, por decisión de la Jueza de Ejecución de Sentencias del Nuevo Sistema de Justicia Penal, Acusatorio, Adversarial y Oral del Distrito Judicial de Toluca, Thelma Guzmán Romero.

En el Estado de México hay 21 penales estatales con una población penitenciaria de 25 mil presos, los centros de Readaptación Social de Chalco y Ecatepec figuran en la lista de las 10 cárceles más saturadas de México.

Sin evaluación previa ni pruebas contundentes en su contra por el presunto delito de Intento de Fuga del Penal, Erik Rosas Navarro llegó a la penitenciaría del Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl, y lo colocaron en el pabellón que se conoce como “La Fortaleza”, que es el área de máxima seguridad de esa penitenciaría, pues la misma jueza Thelma Guzmán Romero lo calificó como preso “de alta peligrosidad”.

Ahí fue donde Rosas Navarro conoció a Luis Fernando Arias, “El Tato” o “El Tatos”, un convicto de máxima peligrosidad relacionado en delitos de secuestro, extorsión, homicidio y delincuencia organizada, quien comenzó a acosarlo, lo presionó física y psicológicamente, y, como varios más, fue sujeto incontables ocasiones a tortura para extorsionar a su familia y despojarlos de dinero y otros bienes.

La misma jueza Thelma Guzmán Romero recibió una carta, a través de familiares del convicto, en la que Erik Rosas Navarro pedía su intervención para revisar su caso y ser regresado a la penitenciaría de La Palma, de donde provenía, para tratar de escapar de la banda de “El Tato” o “El Tatos”. Pero nunca fue atendida su demanda, incluso hizo caso omiso de un Amparo que el preso obtuvo a su favor por el traslado del que fue objeto de Almoloya de Juárez a Nezahualcóyotl.

Ecatepec es el penal con más reos de los diez que encabezan la lista de mayor hacinamiento, con 4 mil 657 internos, cuando en realidad está diseñado solo para 958 espacios.

Familiares y amigos de Rosas Navarro hicieron varios depósitos a una cuenta del Banco Azteca, incluso entregaron escrituras de bienes inmuebles y otros valores, existen en poder de la Agencia de Noticias MVT comprobantes de los depósitos que sus familiares realizaron a la cuenta con terminación numérica 9490, uno por 4 mil 500 pesos, realizado a las 18:58 horas del 15 de julio del 2017, y otro por mil 500 pesos del 21 de agosto del 2017 a las 09:19 horas, también entregaron otros bienes, como un auto y un terreno.

La esposa de Erick Rosas Navarro denunció la extorsión de la que eran víctimas mediante una carta que envió al director de Prevención y Readaptación Social del Gobierno del Estado de México, Luis Arias González, en el documento, que fue recibido el 3 de septiembre de 2017, expone la manera en la que le exigen diferentes cantidades de dinero, que ya informó al director del Penal de Neza Bordo y expone: “…tengo el temor fundado de que le vayan a privar de la vida a mi señor esposo, por no cumplir con los depósitos que piden…” Solo nueve días después fue encontrado muerto en su celda.

El médico legista que certificó la muerte de Erik Rosas Navarro escribió en el acta de defunción que él “se ahorcó”, que murió “por asfixia mecánica” que él mismo se causó al colgarse de lo alto de la reja de su propia celda, “sin que los celadores se percataran del suicidio”, hasta que hallaron el cuerpo cuando pasaron revista la mañana del 12 de septiembre del 2017.

Erik Rosas Navarro murió en realidad, según su esposa y sus familiares, por la tortura a la que fue sujeto por la banda de “El Tatos”, cuando le entregaron su cuerpo estaba totalmente golpeado, con quemaduras de segundo y tercer grado en cara, pecho, plantas de los pies y genitales.

—En el Bordo, ¿cómo te fue?
—Son unos malditos perros, a mi vieja y mi jefecita las desnudaban y les hacían hacer sentadillas para ver si traían algo dentro de sus partes. Fragmento del articulo «historias carcelarias: Las andanzas del Choncli.

Despojo de Valores Materiales

Sobre el despojo que realiza la misma banda de bienes materiales como automóviles, camionetas, tráileres, escrituras de terrenos y casas en diversos municipios del Estado de México, e incluso delegaciones políticas de la Ciudad de México, familiares de los internos torturados relataron que eso se entrega directamente en manos de cómplices de “El Tatos”, quienes están libres y operan fuera de los penales para concretar las extorsiones.

“Vicente”, padre de un reo extorsionado, relató: “Primero les dimos dinero, mucho dinero, más de 70 mil pesos en depósitos en el Banco Azteca; cuando se nos acabó el dinero un día mi hijo me habló y me dijo que entregara la camioneta que él había dejado en la casa cuando fue detenido. Yo le dije que no, que prácticamente era lo único que nos quedaba para vender y poder sobrevivir, pero él me insistió, incluso me gritó y me dijo que la camioneta era de él, que yo tenía que hacer lo que me estaba pidiendo, porque si no lo hacía lo iban a matar a él, y luego a mí, porque ya tenían nuestra dirección, sabían quiénes éramos y qué teníamos”.

En junio de 2017 el gobernador Eruviel Avila pide la renuncia del director del penal Neza Bordo por el presunto suicidio en su celda del violador de la niña Valeria http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/edomex/2017/06/15/eruviel-pide-renuncia-de-director-del-penal-neza-bordo 

“El viernes siguiente, creo que fue el 22 de septiembre, me habló mi hijo, me dio una dirección, cerca de Tecámac, y allá tuve que ir a entregar la camioneta; al otro día llegué, me estacioné, porque era sobre una carretera. Al rato llegaron cuatro tipos en otra camioneta negra, uno se bajó y me entregó un teléfono y me dijo: ahí le habla su hijo, contesté y sí, era mi hijo, quien me dijo: ya entrégales las llaves y los papeles, y tú regrésate a la casa, no vaya a ser que a ti también te vayan a hacer algo. Les entregué las llaves, les dije que en la camioneta estaba la factura y los papeles, y me fui de ahí. Yo nunca había visto a esas personas, y, por el miedo, quizá si las vuelvo a ver ni siquiera podría identificarlas, pero ellos se llevaron la camioneta, con todo y papeles”, relató “Vicente”, el padre del interno al que extorsionaban.

Evidencian tortura

 

En el primer video que se hace público de esta serie de actos de tortura y extorsión, se observa a Luis Fernando Arias, alias “El Tatos”, dentro de una de las celdas de la cárcel del Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl.

Vestido únicamente con el pantalón color naranja del uniforme de la penitenciaría, porta una playera, gorra y lentes de marcas famosas como Convers y Ray Ban, lo que evidencia también los privilegios que goza por parte de las autoridades penitenciarias.

Sentado en una de las camas de la celda, “El Tatos” porta un encendedor y un bote de algún tipo se aerosol, presumiblemente insecticida; dialoga con el preso que es en ese momento su víctima.

Con una voz “eléctrica” que sale de un aparato especial que utiliza a la altura del cuello, presuntamente porque en una riña le cortaron lo hirieron y lastimaron sus cuerdas bucales, se escucha como “El Tatos” pregunta a la presunta víctima: “¿cuándo nos vas a pagar? ¿Cuándo van a depositar?”.

Mientras espera respuesta “El Tatos” presiona la válvula del aerosol y la prende con el encendedor para quemar el pecho, la cara y la espalda de la víctima, quien trata de alejarse de su victimario, pero es alcanzado en repetidas ocasiones por el fuego, mientras un tercer preso observa de cerca lo que sucede y aparentemente cuida que el interno torturado no huya.

La víctima de este presunto acto de tortura le dice insistentemente que ya sus familiares van a depositar el dinero, y pide a “El Tatos” que no lo siga quemando, que lo deje en paz: “¡Ya, aguanta!”, dice, pero Luis Fernando Arias le dice una y otra vez: ¿cuándo van a depositar? ¿Qué te hago si no depositan?”.

El penal de Neza Bordo es el más poblado del Estado de México con una población de 3,700 reos en un espacio diseñado para 1,800 internos, por lo que su sobre población es mayor al 100 por ciento.

Lo amenaza diciéndole: “bueno, pero si el viernes no depositan, te voy a quemar todo, y te voy a dar unos piquetes”, mientras saca un objeto punzocortante irregular, de los llamados “cuchillos hechizos” que los propios presos elaboran en los talleres de herrería y que utilizan como armas ilegales.

En toda la secuencia grabada es evidente el terror que enfrenta la víctima de la extorsión, su intento por huir, la evidente complicidad tanto del otro preso que aparece con ellos en la misma celda, como otros dos en una celda contigua, incluso uno de ellos es el responsable de grabar el acto con la cámara de un teléfono celular, el cual también es considerado objeto ilegal que no tendría por qué estar dentro de la penitenciaría, como tampoco el frasco de aerosol y el encendedor o la ropa de marcas famosas que el presunto torturador y extorsionador viste.

Ese video fue enviado, vía WhatsApp, a una hermana del preso que es torturado en la imagen, para presionar a la familia a realizar presumiblemente un depósito de 23 mil pesos a una cuenta del Banco Azteca, en una sucursal de la tienda departamental Elektra, en Nezahualcóyotl. Lo cual sí hicieron para evitar que a su familiar le siguieran causando dolor.

A pesar de que en el video se escuchan gritos de la víctima de tortura, nunca aparece en la imagen algún custodio que, como es su obligación, acudiera a revisar lo que estaba pasando.

“Esto es evidentemente un caso de corrupción en su máxima expresión, porque para que estos tipos torturen así a los otros presos se necesita por lo menos la complicidad de los celadores, quienes hacen como que no escuchan nada, aunque la víctima no deja de gritar, pero también es evidente que el director de la cárcel es responsable, aunque sea por omisión”, acusó “Juan Roberto”, cuñado de otra de las víctimas mortales de “El Tatos”.

Violencia extrema

En el segundo video proporcionado por familiares de los presos sujetos a tortura para extorsionarlos, se observa a un interno, vestido totalmente con el uniforme naranja del reclusorio, a un lado de la caseta telefónica. Se presume que acaba de concluir una llamada con sus familiares para solicitarles que hagan un depósito a favor de “El Tatos”.

De repente llega el mismo “Tatos”, con un palo en la mano. La víctima le dice: “sí lo van a hacer, sí van a pagar, sí van a hacer el depósito, Tatos, aguanta”, pero sin mediar palabra el presunto victimario arremete contra el preso a golpes, con el palo, hasta que éste se rompe, lo cual aprovecha para agarrar los dos pedazos y usarlos como arma para golpear salvajemente al joven de complexión robusta, quien a toda costa intenta convencer al sujeto que le deje de pegar.

Pero eso no sucede, a pesar de que la víctima cae al piso, lo sigue golpeando, incluso aparecen otros dos reos, presuntos cómplices de “El Tatos”, quienes también se van a golpes y patadas contra el joven, a quien maniatan, luego le detienen una mano para golpearla salvajemente con el palo, luego la otra.

El palo se rompe nuevamente, pero ahora uno de los extremos queda en punta, y la misma la aprovechan los golpeadores para enterrarla en el cuerpo de la víctima de tortura.

El joven, totalmente sometido, repite una y otra vez que sus familiares si harán el depósito, que ya lo van a hacer, pide lo dejen de golpear, pero nadie le hace caso. Por el contrario, los otros sujetos lo agreden física y verbalmente, descalifican a su “jefe”, o sea su padre, y lo siguen golpeando hasta que se cansan, para finalmente ordenarle que al día siguiente vuelva a marcar, que por el momento se regrese a su celda, que se encierre y que no diga nada de lo que pasó.

De acuerdo con el padre de quien ahí aparece, identificado como “Alfredo”, ellos sí pagaron en tres ocasiones 15 mil pesos, vía depósitos en el Banco Azteca.

 

En la siguiente entrega mostraremos una serie de videos de la violencia en su máxima expresión con que operan dentro del penal, sin que ningún custodio intervenga, a pesar de que la víctima queda completamente “bañada” en sangre y usan cables para torturarlo con descargas eléctricas en el cuerpo…

Martes 23 de Abril del 2024 9:11 pm