Agencia MVT / Staff
METEPEC, México, 4 de Agosto del 2017.- Bailar puede ser una actividad física que genera diversión entre la mayoría de los jóvenes, pero para Miguel Ángel Barrón García, de 18 años de edad, oriundo de San Mateo Atenco, es la mejor forma que encontró para superar las necesidades económicas de su familia y la falta de oportunidades educativas y laborales que le rodean.
Con el Hip Hop, ritmo de origen estadounidense, Miguel Ángel encontró una alternativa de vida, pues además de mantenerse físicamente ejercitado y sano, logra reunir unas monedas para completar el gasto en su casa, donde viven más de 15 personas, entre sus padres, ocho hermanos, sobrinos, cuñadas y cuñados.
“No alcanza con lo que gana mi papá, y yo le ayudo un poco con lo que gano bailando. Tal vez no es mucho, pero ayuda, y con eso la vamos pasando”, señaló.
Platicó que este tipo de baile lo aprendió con sus amigos, a los que les gusta hacer piruetas en el piso, a manos libres, al ritmo armónico del Hip Hop, con lo que fue aprendiendo y luego desarrolló sus propios pasos, sus propias rutinas.
Algunos de los pasos y ritmos los aprendió en internet, luego los practicó hasta dominarlos y ahora desarrolla suertes cada vez más complicadas, como el llamado “rehilete” o “helicóptero”, que consiste en dar vueltas a toda velocidad parado en una sola mano e impulsándose con la otra.
Miguel Ángel Barrón García baila en las esquinas de las principales vialidades del Valle de Toluca, sobre todo en territorio municipal de Metepec y de la propia capital mexiquense, donde espera paciente a que se ponga la luz roja del semáforo, para activar la bocina con sus ritmos y comienza a danzar a la mitad de los automóviles que se detienen, con el objetivo de que lo vean la mayor cantidad de gente posible, y, eventualmente, le recompensen con algunas monedas.
Este bailarín urbano aclara que no hay días fáciles ni ingresos seguros, pues todo depende hasta del humor con el que amanezcan los automovilistas. “Hay quienes están de buenas y pues sí nos dan una moneda de cinco y hasta de diez pesos”, acotó.
A veces pasan horas sin que nadie le dé ni un peso, pero él no se derrota, continúa su lucha por la vida al ritmo del Hip Hop. “Le echo más ganas, si veo que nadie me da, pues haga pasos más complicados para tratar de sorprender a la gente y así es como reaccionan, hasta que comienza a caer la cooperación”, dijo.
Relató que en un “buen día” ha reunido hasta 500 pesos en monedas, pero hay días que no saca más de 100 pesos, aunque por lo regular sí logra llevar algo a su casa para contribuir al gasto familiar.
Dice tener otros sueños, pero aclara que no hay dinero para ir a una escuela y otro tipo de oportunidades laborales también se le cierran ante la misma falta de preparación.
Por último, Miguel Ángel señaló que seguirá bailando “hasta que el cuerpo aguante” o hasta que encuentre una mejor forma de ganarse la vida, en un ambiente laboral cada vez más adverso para los que, como él, alcanzan apenas la mayoría de edad.
