Sin sentido…

Los beneficios de la reelección

 

Por: José Contreras Contreras

 

Ser presidente municipal, a partir del próximo 1 de enero del 2016, al menos en Estado de México, no va a ser cosa fácil. En principio, ejercerán gobiernos en municipios financieramente quebrados, al menos la mayoría, y serán las autoridades más vigiladas y supervisadas por sus propios pueblos, en el entendido que, por primera ocasión, tendrán la posibilidad de reelegirse al cargo de forma inmediata.

¿Quién sí y quién no se va a reelegir? Es la pregunta que muchos se hacen. Y la respuesta es casi simple: se reelegirán aquellos que tengan la posibilidad de mostrarse ante los ciudadanos como una buena opción, de principio a fin de su gestión, sin errores, sin complacencias y, sobre todo, alejados de la tentación de la corrupción, el compadrazgo, amiguismo y, sobre todo, el nepotismo.

Será muy fácil ahora para los partidos políticos elegir a sus próximos candidatos a presidentes municipales. A los que el pueblo odie, por supuesto que no los van a colocar como abanderados, mientras que aquellos a quienes la sociedad los reconozca como personas capaces y que han trabajado por sus pueblos, esos seguramente serán quienes vayan como candidatos.

La apuesta es sencilla para los próximos presidentes municipales: quien desee reelegirse tendrá que hacer prácticamente tres años de campaña proselitista, en el más amplio y mejor sentido de la palabra, porque para ejercer esa posibilidad de quedarse en el cargo más allá de sus primeros tres años, tendrán que ser ampliamente capaces de demostrarle a la gente que saben hacer bien las cosas, que son honestos, responsables y que no están ahí para llenarse los bolsillos propios a costa de la pobreza de sus conciudadanos.

Se trata de una apuesta lenta pero sostenida, porque tres años de proselitismo no será nada sencillo y, sobre todo, tampoco nada barato, por el contrario, será una opción cara en la que tendrán que invertir recursos públicos, pero también de los propios, incluso ser capaces de sacrificar un poco de lo mucho que se asignan como salario, para hacer ver a la sociedad que sí se está trabajando a favor de la comunidad.

Aunque esta apuesta también tiene sus beneficios, pues obviamente si los alcaldes son capaces de crear alianzas con algún empresario poderoso que crea en sus objetivos y soporte el negocio, ahora las apuestas políticas podrán ser de largo plazo, pues podrán decirle a quien los financie que es mucho más lo que pueden ganar en seis años que en solamente tres.

Es decir, ahora la política municipal tendrá que verse con una visión de largo plazo, alejada de la inmediatez con la que se trabajó hasta las actuales administraciones municipales que no tenían esa posibilidad de repetir en el cargo y por lo mismo su apuesta fue, en la mayoría de los casos, llenarse pronto las bolsas para salir corriendo a buscar un nuevo cargo.

Ese es uno de los factores que más repercutió a la hora de vaciar las arcas municipales, eso es lo que dejó a muchos ayuntamientos a punto del colapso financiero, porque la apuesta era diferente, era el cobra, paga y vámonos al que la mayoría se acostumbró durante los trienios que están por concluir.

Son contados los casos de ayuntamientos que pueden darse el lujo de presumir que cerrarán las gestiones de forma ordenada en materia financiera, la mayoría enfrenta hoy terribles problemas de liquidez que harán cris en los días por venir, sobre todo cuando a los compromisos ordinarios se sumen aquellos derivados del fin de año y, peor aún, del cierre de las mismas administraciones municipales.

Muchos de quienes comenzaron las presentes administraciones municipales ya no están, hoy disfrutan de las mieles de las diputaciones locales y federales, en el mejor de los casos, y uno por lo menos ya sabe lo que es la justicia pues es huésped del Centro de Prevención y Readaptación Social de Otumba, donde está dando cuentas ante la autoridad judicial sobre sus presuntos abusos a la hora de administrar los recursos públicos.

Pero David Sánchez Guevara no será el único que visite una penitenciaría este trienio, habrá más. Ya hay nombres que se tejen y entretejen en las oficinas de la Contraloría del Poder Legislativo, donde podrían salir en los próximos días carpetas de investigación administrativas que pueden terminar en asuntos a judicializar ante el Ministerio Público, y de ahí derivar a procesos penales en contra de quienes ahora ya no saben si están adentro y quieren salir, o están fuera y quieren entrar, aunque sea a la penitenciaría.

Las cosas no están fáciles para quienes van a concluir las actuales gestiones municipales, y menos aún para quienes comenzarán el próximo 1 de enero a ejercer los cargos, pero lo cierto es que las cosas podrían mejorar a favor de la sociedad, en el entendido de que los próximos alcaldes mexiquenses podrían convertirse en ejemplo por lo menos sus primeros tres años de administración, buscando que la gente confíe en ellos y sea capaz de hacerlos repetir en un cargo que, a pesar de cualquier cosa, no deja de ser muy atractivo para cualquier político. ¿O no?

Miercoles 24 de Abril del 2024 1:55 am