TOLUCA, México, 19 de Agosto.- De acuerdo con la Secretaría de Salud del Estado de México, el 62 por ciento de las enfermedades crónico-degenerativas de los mexiquenses están directamente relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.\r\nEl secretario de Salud en la entidad, Gabriel O´shea Cuevas, informó que el gobierno del estado invierte 550 millones de pesos anuales, a la atención de pacientes con enfermedades provocadas por el sobrepeso y obesidad, como diabetes mellitus, hipertensión, así como dislipidemias y síndrome metabólico.\r\n»Yo creo que es el enemigo a vencer en los últimos años, porque es un tema que si no lo atendemos en este momento, pues seguramente no habrá un sistema de salud que le pueda hacer frente en los próximos 15 años», apuntó.\r\nEl funcionario señaló que según la última Encuesta Nacional de Salud 2006, la prevalencia de sobrepeso en escolares es de 31.5 por ciento, en adolescentes es del 34.3 por ciento y en adultos del 72.6 por ciento, lo que representa, que en todos los grupos de edad se supera la media nacional.\r\nAgregó que siete de cada 10 mexiquenses mayores de 20 años sufren de algún grado de sobrepeso y obesidad, padecimientos que ya son considerados como un problema de salud pública.\r\n»Esto que estamos viendo hoy es el resultado de no haber planeado y haber hecho políticas públicas adecuadas durante los últimos 30 años, lamentablemente es un proceso paulatino, que hoy estamos viendo los resultado de no haber planeado lo que se debe de hacer en materia de prevención», dijo.\r\nO´shea Cuevas consideró que la obesidad y el sobrepeso son problemas multifactoriales, que van desde los hábitos y costumbres en casa, como los nuevos estilos de vida que han llevado al consumo de alimentos con alto contenido en grasas y azucares, hasta el sedentarismo en la población.\r\nEl secretario de salud estatal aseguró que en este sexenio se verán resultados favorables en cuanto a la reducción de los índices de sobrepeso y obesidad en la entidad, principalmente en la población escolar que es de cinco a 11 años, por la reducción de comida chatarra en los planteles educativos.