Agencia MVT
Toluca, México, 4 de febrero de 2019.- La Cruz Roja del Estado de México se sumó a la campaña denominada «No Somos parte del Conflicto» en la que la Cruz Roja Mexicana pide respeto por la vida de su personal voluntario.
Mediante mensajes transmitidos por redes sociales, paramédicos, rescatistas y voluntarios de la institución le recuerdan a la ciudadanía que la Cruz Roja es una Institución de Asistencia Privada ajena al gobierno, partidos políticos e ideologías y no discrimina a nadie para prestarle atención cuando así se requiere.
Luego que en los últimos meses se han registrado distintas agresiones al personal encargado de llevar ayuda humanitaria a comunidades marginadas, la institución solicita que esto no se vuelva un factor para dejar de llegar a todos los rincones a los que asiste.
El 18 de noviembre de 2018, un grupo armado abrió fuego contra un convoy de ayuda humanitaria en la sierra de Taxco, en Guerrero, lo que dejó un paramédico y dos policías municipales fallecidos.
Pero este no es un caso aislado, ya que personal de delegaciones mexiquenses también ha sido agredido durante los servicios que presta.
El 16 de enero de 2017, dos mujeres que laboraban como voluntarias en la Cruz Roja de Neza fueron encontradas sin vida cerca del Bordo de Xochiaca.
«Nosotros no somos héroes, somos personas comunes que día a día salimos con la intención de brindarle nuestra ayuda», dice uno de los voluntarios a cuadro, quien pide respeto tanto por el personal de Cruz Roja como para las ambulancias de la institución.
El 26 de octubre, otro voluntario de la Cruz Roja resultó lesionado en el Hospital de las Américas de Ecatepec, luego de atender a un lesionado por impacto de arma de fuego, quien fue rematado al llegar al hospital.
El 18 de septiembre de 2015, otro paciente que era atendido a bordo de una ambulancia fue asesinado a unos metros de la carretera México-Querétaro, a la altura de la caseta de Tepotzotlán. En esa ocasión, otro voluntario de la Cruz Roja de Cuautitlán resultó lesionado por dos balas.
«Portar este emblema no nos da súper poderes, no nos convierte en «ángeles sin alas, no nos vuelve resistentes a enfermedades y definitivamente no nos hace inmunes a las balas», dice otra de las voluntarias.