Agencia MVT / José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 19 de Febrero del 2018.- En lo que se considera como la expresión de fe más grande del Valle de Toluca, la mañana de este lunes 19 de febrero partieron del Centro Histórico de la capital mexiquense poco más de 18 mil creyentes católicos que integran la primer columna de la edición número 80 de la peregrinación anual de Toluca al Tepeyac.
El Obispo de la Diócesis de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, bendijo la partida de los peregrinos, a quienes no solamente deseó un buen camino, sino que éste sirva para el reencuentro familiar y la meditación sobre los valores del amor, la fe, el respeto y la unión como base para enaltecer la palabra de Dios.
Poco antes de dar la bendición a los peregrinos en la escalinata de la Santa Iglesia Catedral de Toluca, al oficial una misa en honor a la peregrinación, el Obispo de Toluca señaló que no se trata de una prueba de fuerza física para ver quién es capaz o no de resistir los tres días de recorrido a pie, sino más bien una prueba de fe, de devoción, de amor a la palabra de Dios que invita en todo momento a vivir en familia.
Recordó también que para la Diócesis del Valle de Toluca la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe representa una forma muy particular de prepararse para los actos conmemorativos de la Semana Santa, por lo que exhortó a tener presente el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por su iglesia.
David Padilla Cruz, de Jiquipilco, relató que este año cumple 28 de participar consecutivamente en la peregrinación al Tepeyac, y señaló que para él y su familia ésta representa una gran oportunidad para dar gracias por todo lo bueno que reciben a lo largo del año y pedir a la Virgen Morena fortaleza para enfrentar problemas, enfermedades y carencias.
“De eso está hecha la vida, de luchar, de levantarnos de nuestros problemas, con fe, con devoción, con cariño, con el gran respeto que le profesamos a la Virgen de Guadalupe, quien en esta peregrinación nos enseña que no hay meta imposible, que por más lejos que se encuentre la salida, hay que tener fortaleza y sobreponerse para salir adelante. Así tenemos que luchar todos los días, en la casa, en el trabajo, ante los problemas”, indicó.
Por su parte, Gloria Media Peralta, de Atlacomulco, hoy con 56 años a cuestas, recordó que la primera vez que participó en la peregrinación al Tepeyac ella tenía 9 años, lo hizo acompañada de su madre, y desde entonces participar en esta expresión religiosa es parte fundamental en su familia.
“Nosotros nos preparamos todo el año para esta peregrinación, desde la forma espiritual, asistiendo a misa los domingo, participando en distintas actividades en nuestra iglesia, hasta ahorrando y preparándonos físicamente para poder resistir”, dijo.
¿Y no se cansa? ¿No es duro aguantar un amanecer en La Marquesa a cero grados o menos de temperatura? Se le preguntó.
“La fe, es la fe la que nos mantiene, la que nos levanta, la que nos invita a seguir adelante. Aquí venimos a demostrar que somos fuertes en Dios, que la fe de llegar a ver a nuestra Madre de Guadalupe nos permite superar cualquier obstáculo: frío, calor, cansancio, sed, de todo, con tal de llegar a dar gracias a quien tanto nos da”, concluyó.
La columna de más de 18 mil participantes de la peregrinación anual de Toluca al Tepeyac se irá nutriendo a su paso por Ocoyoacac, La Marquesa, y hasta el arribo a la Ciudad de México, que se tiene previsto para las primeras horas del miércoles, gracias a la incorporación de más grupos que salen desde distintas comunidades y se suman al grupo. Se prevé que a la Basílica de Guadalupe lleguen más de 40 mil mexiquenses.
