TOLUCA, México, 4 de Enero.- Antes bastaba poner un zapato al pie del árbol de Navidad y que la víspera del 6 de enero los niños se fueran a dormir más temprano que de costumbre para no turbar el trabajo de Melchor, Gaspar y Baltazar que, en una sola noche, repartían por el mundo juguetes y regalos a los pequeños que se portaban bien durante el año.\r\nAhora los Reyes Magos se han modernizado. Ante el creciente trabajo que tienen en estas fechas, los niños tienen más medios para comunicarse con ellos. Lo mismo escriben sus cartas, pero éstas ahora se colocan en sobres rotulados especialmente para la ocasión, a las que también se pega un sello postal, y se pueden depositar en un buzón de correo desde donde llegan a su destino.\r\nLas cartas también pueden ser atadas con un cordón a un globo lleno de gas que surca el cielo y gracias al viento encuentra su camino hasta el sitio donde los magos de oriente las reciben.\r\nLos más innovadores recurren al internet para hacer saber, por correo electrónico, los regalos que desean recibir. Además de tener sus propios blogs, en redes sociales como Facebook, Melchor, Gaspar y Baltazar tienen sus propios sitios, ya sea en grupo o en forma individual, donde con paciencia leen los mensajes que les son dejados por sus miles de seguidores. \r\nLa tradición cuenta que, al nacer el niño Jesús unos magos de oriente siguieron su estrella hasta el portal de Belén donde le adoraron.\r\nSegún la costumbre, Melchor es un anciano blanco con barbas blancas que regaló a Jesús oro, que significa su origen real; Gaspar, un joven moreno, entregó incienso, como reconocimiento a la naturaleza divina del futuro mesías; y Baltazar, de piel negra, ofrendó mirra, que representa el sufrimiento y muerte futura del salvador. \r\nA pesar del cansancio, los Reyes Magos, acompañados de un caballo, un camello y un elefante, también se dan tiempo para recorrer plazas, centros comerciales, explanadas y jardines, para que cientos de pequeños se les acerquen y personalmente les hagan saber lo que esperan recibir; incluso suelen darse unos momentos para posar con los pequeños para una foto de recuerdo.