Agencia MVT / Staff
OCOYOACAC, México, 18 de Mayo del 2017.- Hoy son felices, viven prácticamente libres, no son forzados a realizar absolutamente nada que vaya en contra de su naturaleza, como antes lo tenían que hacer el sonar de un látigo o a la voz del domador.
Es el refugio de la Fundación Rescate de Circo y Cautiverio (RECICA), ubicado en algún lugar de la zona boscosa del municipio mexiquense de Ocoyoacac, donde actualmente viven más de 100 animales que antes participaban en espectáculos circenses o simplemente fueron rescatados por autoridades ambientales en decomisos a traficantes de animales o en residencias o establecimientos comerciales donde los tenían “de adorno” en pésimas condiciones.
La mayoría son felinos, leones africanos, negros y blancos, estos últimos inscritos en la lista de animales en peligro de extinción; leopardos, pumas, tigres de bengala y tigres blancos, cada vez más escasos en condiciones naturales, pero también hay llamas, monos, papiones y otros mamíferos que conviven con los llamados reyes de la selva.
Y es que estos seres no están más en la selva, muchos de ellos fueron arrancados de ella por cazadores furtivos que luego los vendieron a intermediaros que los ofrecen a “coleccionistas” o para el trabajo en circo.
A partir del año 2015, cuando se aprobó la ley que prohíbe el uso de animales en los circos de México, que promovió el Partido Verde Ecologista de México, muchos de estos animales quedaron desprotegidos, pues los dueños de los circos los alimentaban y los cuidaban para que “produjeran”, pero cuando dejaron de hacerlo, muchos incluso fueron echados textualmente a la calle, pues ya no podían mantenerlos.
Fue entonces que dos jóvenes que verdaderamente aman a los animales y la naturaleza se preocuparon por esa condición extrema que empezaron a enfrentar los animales de circo, a lo que se sumaron los repetidos casos de animales localizados en residencias de narcotraficantes que los tenían como “mascotas”, además de los que se recuperaron en decomisos a traficantes de especies.
Emigdio Ángeles Ordóñez y Leonardo Acevedo crearon (RECICA), se constituyeron como asociación civil e hicieron hasta lo imposible por adquirir un terreno lo suficientemente amplio para poder albergar al gran número de “animales desempleados” que arrojó la ley que prohibió el uso de animales en los circos del país.
Poco a poco los animales fueron llegando al albergue, unos incluso traídos por los dueños de los circos, y otros más en una labor que se extendió a todo el país para irlos recuperando y poniéndolos a salvo.
La gran mayoría de los animales llegó al albergue en condiciones de desnutrición, enfermos, maltratados, con huellas indelebles del “entrenamiento” que recibieron a golpes; por ello, no fue solamente la misión reunirlos y darles de comer y beber, lo cual de por sí ya era complejo, sobre todo cuando se habla de toneladas de carne de pollo y croquetas para alimentarlos.
La misión se amplió a un gran trabajo de sanidad animal y recuperación de lesiones que iban desde escoriaciones leves por grilletes, cadenas o correas, hasta algunos con miembros rotos (manos y piernas) o heridas profundas en diversas partes del cuerpo, incluso en sus caras.
Para ello, Emigdio y Leonardo convocaron y lograron reunir a un gran equipo de voluntarios, muchos de ellos estudiantes y egresados de la licenciatura de Médico Veterinario Zootecnista, quienes brindaron su tiempo, conocimiento y cuidados para sanar lo malo y devolverlos a un estado de salud integral.
Leonardo Acevedo explicó que el objetivo de este proyecto de rescate animal es la reintegración de ellos a su hábitat natural, aunque sea a través de su descendencia, pues hay que tomar en cuenta que la mayoría de éstos ya perdió sus instintos salvajes, ya no serían capaces de valerse por sí mismos en condiciones de libertad plena.
Por ello, hoy se trabaja en la reproducción de los animales que antes fueron de circo, con el objetivo de que las crías, a una edad adecuada, se reintegren a los lugares de origen de donde fueron sacados prácticamente a la fuerza.
Para lograr este objetivo, los fundadores de RECICA hicieron un llamado a la sociedad a visitar su página de internet www.recica.com.mx donde es posible convertirse en donadores, a efecto de conseguir el alimento necesario, medicinas y todo lo que requieren para garantizar que sigan siendo felices.