Posgrados de universidades privadas se orientan por criterios de rentabilidad económica

TOLUCA, México, 8 de Enero de 2011.- El crecimiento de los estudios de posgrado en México ha sido desordenado y ha obedecido más a las dinámicas del mercado de trabajo que a una política de fortalecimiento de su oferta, generando también desigualdad en cuanto a la calidad se refiere; prueba de ello, son los posgrados de las universidades privadas, los cuales son orientados por criterios de rentabilidad económica y no por la importancia estratégica y social de los programas.\r\nAsí lo señalaron los profesores e investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México María del Carmen Salgado Vega y Sergio Miranda González, al hablar en conferencia sobre ?Los estudios de posgrado y el mercado laboral?.\r\nDestacaron que un problema del sistema de educación superior en general y del posgrado en particular, es el crecimiento descontrolado de los programas de estudio, sin la generación de estrategias y políticas que promuevan el intercambio y enriquecimiento entre ellos.\r\nLos académicos de la Facultad de Economía de la UAEM refirieron que el aumento de programas de posgrado sin un plan integral y mecanismos de evaluación de la calidad de los mismos, lleva a la dispersión, aislamiento y proliferación de aquellos que no cumplen con los mínimos estándares de calidad. \r\nLuego de señalar que en 1970 las universidades públicas concentraban en promedio 83.3 por ciento de la matrícula total del posgrado y las privadas sólo 16.7 por ciento, apuntaron que se tiene la necesidad de promover la flexibilidad en los programas, incrementar la calidad y el cultivo de la inter y multidisciplinariedad, así como la vinculación con la esfera productiva.\r\nEn este sentido, destacaron que el problema en la educación de este nivel radica en los recursos económicos que se asignan a este rubro y la cantidad de estudiantes que se incorporan año con año a las aulas, pero también en la calidad de la docencia y los planes de estudio.\r\nEl superior, dijeron, es sin duda uno de los niveles de educación con alto atraso y falta de recursos económicos, pues el mayor porcentaje de la inversión por parte del Gobierno se destina a cubrir las necesidades de la educación básica, por lo que la superior carece de infraestructura adecuada, mientras que se requiere de un mayor número de investigadores capaces de transmitir y generar conocimiento.\r\nHoy, advirtió, los estudios de posgrado se enfrentan a la necesidad de una reforma en los planes de estudio que permita la adecuada vinculación con los diferentes sectores de la sociedad, de tal forma que sus egresados se enfrenten al mercado laboral con las herramientas necesarias para un adecuado desarrollo profesional y que además brinden la oportunidad de conseguir mejores oportunidades de empleo, en comparación con las que se tienen hasta antes de cursar una Maestría o Doctorado.\r\nConcluyeron que los estudios de posgrado sólo contribuyen al aumento y mejoramiento de los conocimientos adquiridos durante la licenciatura, sin embrago, no ejercen ninguna influencia en el mercado laboral, pese a que los empleadores exigen cada día recursos humanos especializados y capacitados para el desarrollo de las propias actividades que el trabajo requiere.\r\n\tMaría del Carmen Salgado Vega y Sergio Miranda González consideraron que esta capacidad se puede adquirir en el mismo puesto de trabajo, con la experiencia que se obtiene, por lo que ?si bien los estudios de posgrado son un plus que agrega valor a los candidatos a un empleo, no son un factor definitivo en la incorporación al mercado laboral?.

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