Agencia MVT / Erika Karina Salgado Contreras
TOLUCA, México, 14 de Febrero.- La Iglesia Católica, como cada 14 de febrero, recuerda a San Valentín, patrono de los enamorados, quien, según la tradición, durante la persecución a los cristianos puso en riesgo su vida para unir a las parejas en matrimonio, cuando éste sacramento estaba prohibido.
Antonio Franco Pérez, párroco de la iglesia de Santa Clara de la capital mexiquense, detalló que la celebración de este día fue asociada con la creencia común en la Edad Media, generalmente en Inglaterra y Francia, pues San Valentín era obispo y unía en matrimonio con sus amadas a soldados que partían para la guerra.
Pero la realidad se pierde en los umbrales de la historia, ya que en antiguos martirologios se menciona en la fecha del 14 de febrero al menos a tres santos de nombre Valentín, todos ellos mártires, quienes unían en sagrado matrimonio a las personas que solían amarse, pero sus condiciones sociales o familiares lo impedían.
Por ello, llevaban a cabo el acto matrimonial a escondidas, y al estar prohibido por la iglesia los condenaron a muerte; por ello, a estos acontecimientos de siglos pasados la sociedad ha ido arraigado y acoplando esta fecha para celebrar el amor, pero actualmente de una manera más comercial, dejando a un lado las creencias católicas debido a la falta de conocimiento de la población.
«Todos los santos se caracterizan por haber llevado su amor a Dios al extremo de dar su vida por él y por el prójimo, incluso hay quienes han sido asesinados por odio a este amor, por Jesucristo y su iglesia, los cuales son llamados mártires, este fue el caso del Santo Valentín que unía a parejas sin conocimiento de la iglesia y debido a este acto que realizaba con soldados y sus amadas fue castigado con la muerte, actualmente es un acontecimiento que muchas personas desconocen pero que han ido adaptando para celebrar el amor con actos meramente comerciales, debido a la ignorancia de la historia que torna dentro del catolicismo», puntualizó Franco Pérez.
Explicó que existen tres historias de San Valentín, a uno se le describe como sacerdote de Roma, a otro como obispo en Interamna, actualmente Terni, ambos al parecer fueron martirizados en la segunda mitad del siglo III y sepultados en la Vía Flaminiana, pero en diferentes lugares de la ciudad.
De ambos San Valentines se conserva algún tipo de acta, pero son de fechas relativamente posteriores y sin valor histórico.
Acerca del tercer San Valentín, fue martirizado en África, junto con un cierto número de sus compañeros.
Lo cierto es que San Valentín figura en el Martirologio Romano publicado por la Santa Sede, porque se dice que arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución hasta que por fin entregó su vida en el martirio, que es la máxima manifestación del amor.