Agencia MVT / José Contreras Contreras
XONACATLÁN, México, 13 de Octubre.- “Si no puedes, renuncia”, le pidieron pobladores al presidente municipal de Xonacatlán, César González González, a quien más de 200 vecinos le reclamaron por su “tibia actuación” el pasado martes 11 de octubre, cuando la gente atrapó a dos de cinco sujetos quienes presuntamente intentaron secuestrar a dos mujeres.
Reunidos en la plaza municipal, los inconformes señalaron que Xonacatlán ha sido convertido en un “lugar de vacaciones” para quienes se dedican a delitos como la extorsión, violación y secuestro, y reiteraron su postura de hacerse justicia por sus propias manos, dado que las policías, estatal y municipal, no han sido capaces de frenar la ola delictiva.
El presidente municipal, César González González, aseguró que sí es capaz de desempeñar el cargo, y recordó que él personalmente acompañó a las mujeres a quienes presuntamente iban a secuestrar, y a sus familiares, al Ministerio Público a iniciar la denuncia y exigió atención pronta y expedita para aclarar el caso.
Sin embargo, los inconformes le respondieron que su reclamo va más allá de lo sucedido el martes, pues recordaron que son muchos los casos de robos, asaltos en la vía pública, desaparición de vehículos, además de secuestros y constantes extorsiones las que viven los pobladores.
Por ello, presentaron un pliego petitorio de 10 acciones inmediatas para mejorar en materia de seguridad pública, para los cuales le fijaron un plazo no mayor de 30 días al alcalde para que atienda y ponga en marcha.
Lo primero que exigieron es que cada servidor público municipal haga la tarea que le corresponde, comenzando por el propio presidente municipal y todos los policías, a quienes acusan de servir a otros intereses más allá de la responsabilidad que tienen con el pueblo.
Exigieron sanear y constituir una policía confiable, que se revise la situación de cada uno de los elementos de la dirección de Seguridad Pública, que hayan cumplido con los controles de calidad y confianza que la ley les obliga; que en la medida de las posibilidades se aumente el número de la fuerza pública y que se dediquen a vigilar las calles, a pie, para que exista contacto directo con la población a la que sirven.
Solicitaron que regrese a Xonacatlán el camión tipo Pitbul de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana que hace apenas unos meses vigilaba la localidad. “Su presencia inhibía los delitos”, aseguraron.
Pidieron también retenes a la entrada y salida de la cabecera municipal para controlar el flujo de personas extrañas que ahora invaden el territorio municipal, así como establecer un sistema de video vigilancia para apoyar a los policías en su función de patrullaje.
Solicitaron rehabilitar los módulos de policía que actualmente se encuentran abandonados; que el director de Seguridad Pública Municipal presente públicamente su plan de trabajo, “para saber a qué se dedica”.
Demandaron que se revisen los permisos y licencias de operación de todos los establecimientos comerciales, sobre todo bares, restaurantes y misceláneas, ya que denunciaron que detrás de algunos de ellos se realizan actividades ilícitas que van desde la venta de alcohol a menores de edad hasta la prostitución y presumiblemente trata de personas.
Finalmente, los inconformes demandaron al alcalde que se revisen los sentidos de circulación de las principales vialidades de la cabecera municipal, pues existe la teoría de que están “estrangulados” los accesos y eso favorece que quienes cometen ilícitos huyan fácilmente, como ocurrió el martes con tres de los cinco presuntos atacantes, y por último establecieron la necesidad de contar con un sistema de alumbrado público eficiente, porque el actual no sirve en más del 80 por ciento de las calles.
