José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 8 de Febrero.- La difícil situación económica por la que atraviesa el país tiene una forma de expresión que pocos toman en cuenta: los perros callejeros. De acuerdo con estimaciones, en el Valle de Toluca hay más de 50 mil perros sin dueño deambulando por las calles.
Esta situación representa un riesgo latente para la salud pública, pues los perros son transmisores potenciales de graves enfermedades que pueden afectar de forma definitiva al ser humano.
La rabia es solamente uno de los más de 15 padecimientos que potencialmente pueden portar los perros callejeros, por lo que controlar este foco de riesgo sanitario tendría que ser una prioridad para las autoridades, sobre todo las municipales; sin embargo, prácticamente ningún Bando Municipal de los aprobados y publicados el pasado 5 de febrero prevé políticas públicas encaminadas a controlar este problema.
Fernando Olvera Catilla, médico veterinario, señaló que más de la mitad de los perros que deambulan por las calles sí tuvieron dueño, pero la mayoría fueron sacados de los hogares por razones económicas, porque a la familia ya no le alcanza para su manutención.
“Tener un perro, al igual que cualquier tipo de mascota, es una cosa muy seria, porque al final del día es una boca más que mantener, hay que vacunarlo, hay que llevarlo constantemente al médico, hay que tener cuidados permanentes que siempre implican un gasto”, recordó.
Asentó que para las autoridades existen prioridades y el control de la llamada fauna urbana no es una de ellas. “Controlar el asunto de los perros callejeros cae en la responsabilidad de las autoridades municipales, pero éstas prefieren invertir en patrullas o en otras obras que les dejan más en materia de impacto social. Controlar el crecimiento de la población de perros callejeros no les interesa, eso no da votos”, acotó.
«El cuidado de mascotas representa un elemento indispensable de atender por el alto riesgo que representan las heces fecales en la vía pública, ya que con el aire producen amoniaco y nitrato, elementos que al contacto con el sol y corrientes de viento se evaporan y pulverizan ocasionando partículas contaminantes», añadió.
Señaló que en los últimos años se avanzó en materia de sanciones a los propietarios de perros que defequen en la calle, pero nada se hace en realidad cuando se trata de los perros que ya están en la calle, “porque como esos no tienen dueño, no hay nadie a quien multar”.
Alertó que este problema puede agudizarse en los próximos meses, cuando la temporada de calor llegue al Valle de Toluca. “La posibilidad de que la rabia se presente se eleva más en época de calor, y si las calles siguen llenas de perros callejeros, bien podrían presentarse casos de rabia”, indicó.