Agencia MVT/Nayeli Pulido/Luis Ayala
ECATEPEC, México, 25 de Mayo.- Las dos personas que murieron linchadas por pobladores de la comunidad de Atlatongo, municipio de Teotihuacán, y el sobreviviente detenido en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, fueron retenidos y golpeados cuando viajaban en la camioneta de una persona que había sido secuestrada, y fue el hermano de la víctima quien identificó la unidad.
En conferencia, el Secretario General de Gobierno del Estado de México, José Manzur Quiroga, y el Procurador General del Justicia mexiquense, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, dieron detalles de lo ocurrido en Teotihuacán, donde murieron a golpes un hombre y una mujer por su probable responsabilidad en el delito de secuestro, aunque no hay evidencia de que hayan pedido rescate por la víctima.
La mañana de este martes, los tres presuntos culpables viajaban en una camioneta que fue identificada por Humberto Flores Rivas, de 34 años de edad, como propiedad de su hermano, Ezequiel Flores Rivas, quien había sido secuestrado el lunes, por lo que con ayuda de los vecinos detuvieron a los tripulantes de la unidad para que explicaran por qué traían el vehículo y dónde se encontraba el dueño.
Para obligarlos a explicar la situación y el paradero de Ezequiel, los pobladores golpearon a los tres sujetos, provocando la muerte en el lugar de quien después fue identificado como Octavio Ramírez, de 31 años, originario de Ayutla, estado de Guerrero.
Posteriormente, 18 colonos se trasladaron con uno de los supuestos secuestradores de Nombre Pedro de Jesús Rivera Rosas, de 28 años de edad, también originario de Ayutla, Guerrero, a una comunidad del estado de Hidalgo, a una casa de seguridad y ahí tenían retenido a Ezequiel, pero no lo encontraron.
Ante esta situación la gente presentó a Pedro de Jesús ante el Ministerio Público, donde se determinó que los colonos fueran trasladados junto con el detenido a la ciudad de Toluca para rendir su declaración, pero fueron liberados durante la madrugada por no encontrar elementos para detener a ninguno, solo el presunto secuestrador, que ya fue dado de alta del hospital, fue retenido para las investigaciones correspondientes.
Mientras esto pasaba, en la comunidad de Atlatongo, el grupo antimotines de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, al no poder convencer a los pobladores de entregar a la mujer, identificada como Nayeli Pérez Rivero, de 30 años, se enfrentaron con la gente e ingresaron por la fuerza para rescatarla, lamentablemente murió en el hospital cuando recibía atención médica.
En un comunicado del gobierno del Estado de México, informó aproximadamente a las 02:00 de la madrugada elementos de la Policía Federal localizaron a un individuo caminando solo, en la carretera Venta de Carpio-Teotihuacán, y el cual presuntamente habría sido secuestrado por cuatro personas en los primeros minutos del martes 24 de mayo, situación que habría originado los hechos que se registraron en la comunidad de Atlatongo.
Esta persona, de unos 25 años de edad, es Ezequiel Flores Rivas, quien fue trasladado a las instalaciones de la PGJEM, donde se le realizó la certificación médica respectiva, así como también se recabó su declaración, con la cual se dio inicio a la carpeta de investigación por el delito de secuestro.
De manera preliminar, señaló que estuvo cautivo en un inmueble de dos habitaciones, sin poder precisar el lugar exacto, y que durante la noche del martes un individuo que presuntamente estaba encargado de vigilarlo lo dejó en libertad a unos 30 kilómetros de donde fue secuestrado.
José Manzur, Secretario General de Gobierno, informó que Ezequiel identificó por fotografía a los tres sujetos golpeados en el poblado como sus captores, por lo que la Procuraduría Mexiquense continuará con las investigaciones.
Indicó que el Gobierno del Estado de México comprende el sentimiento de una comunidad cuando ve en riesgo la seguridad de sus integrantes, pero es claro y enérgico al rechazar los actos de justicia popular, y advirtió que la autoridad mexiquense será severa con las personas que se hagan justicia por propia mano.