TOLUCA, México, 19 de Enero de 2011.- Autoridades del Estado de México prometieron que iban a pedir permiso y antes de firmarlo trazaron un tramo carretero de la autopista Toluca-Zitácuaro, ramal Valle de Bravo, que dejó sin agua e incomunicadas a comunidades mazahuas de la zona sur del Estado de México.\r\n»El tramo del kilómetro 30 al 33 es parte del núcleo ejidal nuestro y nos afectan los manantiales y los cauces naturales del agua. Somos agricultores, nos dejan sin agua, desvían nuestros canales, tenemos parcelas sin sembrarse y el campesino no tiene con qué sobrevivir ahí», lamentó Efraín Jiménez Carmona, comisariado ejidal de San Miguel Sultepec, municipio de Donato Guerra.\r\nLa carretera pasa por encima de terrenos ejidales, parcelas y de uso común. Los funcionarios mexiquenses llegaron a ellos a ofrecerles un acuerdo, un decreto expropiatorio para comenzar la obra, sin embargo acusan que empezaron la construcción, ya trazaron la carretera y no les han firmado ni un papel.\r\n»El manantial lo afectan, afectamos a otra comunidad vecina que es La Candelaria de Valle de Bravo, y construyen además en una zona clasificada como Santuario del Agua», añadió.\r\nEl núcleo ejidal que fue afectado por estas obras cuenta con 57 ejidatarios y con sus familias, mismas que llevan días custodiadas por elementos policiacos que, criticó, amenazan con la tranquilidad con la que contaban hasta antes de la carretera.\r\n»Solicitamos que el gobernador tome cartas en el asunto, porque ahorita tenemos a la fuerza pública y amenazan con detenernos y para el campesino es incómodo, nos atemoriza», relató frente a Palacio de Gobierno.\r\n»Lo que queremos es que se haga una carretera amigable, algo acorde a la región. Las parcelas de nosotros quedan en la parte de abajo, nos plantan arbolitos pero nuestra visión va más allá, no queremos contaminación, queremos una franja de áreas verdes de ambas partes para que los árboles nos ayuden a cuidarnos. No estamos en contra del progreso, sino que hagan bien las cosas, que respeten las comunidades y nuestras costumbres. Llegan a pisotearnos todo», concluyó\r\n