Staff MVT
ECATEPEC, México, 14 de Febrero.- La fría madrugada que se vivió en Ecatepec no detuvo el fervor de miles de creyentes católicos que arribaron toda la noche para irse sumando a la gran valla humana que se forma a lo largo de los 8.8 kilómetros por los que el Papa Francisco irá del helipuerto al predio donde ofrecerá al mediodía una misa multitudinaria.
“Sí, hace mucho frío, pero nuestros corazones están calientes por la fe y la devoción de estar este día tan especial junto a nuestro padre, el Papa Francisco”, señaló Carmen Herrera Velázquez, quien junto con sus dos hijas y yernos pasó la noche en el piso, en el centro comercial Plaza Las Américas, en espera de que abrieran el paso para entrar al lugar donde se ofrecerá la misa.
“Nosotros venimos desde Pachuca, llegamos como a las seis de la tarde del sábado, y, bueno, pues no nos quedó otra que quedarnos aquí en el piso, en la valla, porque si nos movemos pues seguramente vendrán otros y nos ganarán el lugar”, explicó Juan Carlos Loza Vázquez, quien pasó la noche cubierto de una sudadera gris que le cubría la cabeza, una playera blanca con la leyenda: “Francisco bienvenido”, y unos guantes negros para soportar el frío en las manos.
La madrugada de ese domingo fue especial en esta zona de Ecatepec, eran grupos de cinco o seis personas las que iban llegando poco a poco a formar la valla para dar la bienvenida al Pontífice, todos perfectamente resguardados por cientos de policías federales, estatales y municipales, así como por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México y del Ejército Mexicano.
Personal de Protección Civil del Estado de México, del municipal de Ecatepec, y de Cruz Roja Mexicana y del Servicio de Urgencias del Estado de México realizaron recorridos toda la noche para cerciorarse que todos estuvieran bien, que el frío no les causara mayores estragos.
También se vivió una vendimia en los sitios autorizados donde se ofrecían tamales, atole, café de olla, pan de sal y de dulce, así como bebidas azucaradas y botellas de agua, todo para recuperar el calor del cuerpo y evitar que el frío hiciera estragos, además de una gran variedad de artículos religiosos, la mayoría con la imagen del Papa Francisco.
