Agencia MVT / Alfonso García
Xonacatlán, México, 19 de junio de 2018.- No se trata de un peluche cómún y corriente. Tampoco se vende como juguete para niños o regalo para una pareja sentimental. El «Pejeluche» es la nueva sensación en los aparadores de la fábrica de peluches «Alacrán» en plenas campañas presidenciales.
«Hubo un mitin aquí en Xonacatlán hace como un año, entonces queríamos hacerle un obsequio, un peluche, que es la principal actividad del pueblo», explica Bety Saavedra García, responsable de producción de la fábrica que tiene 30 años en el negocio de la elaboración de peluches y emplea a un centenar de personas de la localidad.
Tardaron un par de semanas en desarrollar el diseño que regalarían al político. Después de cinco ensayos, la figura de 45 centímetros de altura quedó lista.
«Algunos tenían la nariz bordada, los ojos más chicos, era más alto, era más gordo, hasta que a todos nos gustó», recuerda.
Fueron tan cuidadosos, que se ocuparon de cuidar todo detalle, desde el parecido en el rostro, como el copete y su «gallito» en el cabello y los dedos pulgares arriba, como suele hacer López Obrador en sus giras de trabajo. También el traje y la corbata fueron lo más parecidos que pudieron.
Mediante el equipo de campaña de Morena, hicieron llegar el muñeco a López Obrador, lo que desató una reacción favorable entre los vecinos de la zona cuando observaron la figura.
«Como simpatizantes que somos, fue algo espontáneo, de hecho queríamos dárselo personalmente, pero vimos que venía con mucha gente de su equipo, fue tantito complicado pero llegó a sus manos», recuerda Saavedra García.
Xonacatlán está ubicado a 19 kilómetros al noreste de Toluca, capital del Estado de México. La fabricación de peluches es una de las principales actividades económicas del municipio de aproximadamente 50 mil habitantes.
Pese a que no había intención de producir más «Pejeluches», vecinos de la zona comenzaron a preguntar cómo podían conseguir una pieza.
«La primera producción que hicimos fue de cien, la verdad es que más bien eran para regalar, esos no los vendimos, pero se acabaron muy rápido, prácticamente volaron», agrega la responsable de uno de los 500 talleres que hay en la localidad y son la principal actividad económica del municipio.
«Se pueden hacer figuras sobre pedido, por ejemplo, hemos hecho de otros personajes, escritores o cantantes, a veces nos mandan el diseño y acá lo producimos», dice mientras señala un peluche del padre de la psicología, Sigmud Freud, que también desarrollaron.
Alrededor de hace un año, también hicieron una figura sobre pedido del político perredista Juan Zepeda, pero no hubo producciones posteriores debido a que no hubo demanda.
La figura del «Pejeluche» mide 45 centímetros tiene un costo de 200 pesos al público, pero lo extendieron a versiones de 30 centímetros y 15 centímetros, este último como adorno para ventanillas de automóviles.
Pese a su creciente popularidad, Saavedra García asegura que las figuras no se ofertan en mitines ni actos de campañas políticas y únicamente se venden a las personas interesadas que acuden a su local ubicado en la Colonia La Manga.
No tienen previsto hacer más figuras de políticos, a menos que tuvieran un encargo específico.
La fábrica «Alacrán» produce alrededor de 4 mil piezas de peluche a la semana y de momento, únicamente realiza envíos al interior del país.
«Por redes sociales nos escribió una persona en Nueva York preguntando por el «Pejeluche», pero ahorita no tenemos cómo mandarlos, estamos viendo si por paquetería», indica respecto a eventuales planes de exportación.
La producción de los «Pejeluches» consta de tres fases, que es modelado del rostro en máquinas computarizadas; la confección de la silueta y la ropa en máquinas de coser; y el acabado manual de relleno, vestido y cosido de los detalles.
«Se usan máquinas, pero es mucho más trabajo manual, más o menos la proporción es de 20 por ciento con máquina y 80 por ciento a mano, con hilo y aguja».
