Agencia MVT / Angélica Ramírez
TOLUCA, México, 24 de Agosto del 2017.- En el país existe un déficit del 5 por ciento de estudiantes en áreas de Educación y Ciencias Exactas, mientras que en áreas relacionadas con las Ciencias Sociales, Administración y Derecho el 43 por ciento se van para allá por el clásico “no me gustan las Matemáticas”.
Salvador Jara Guerrero, subsecretario de Educación Pública (SEP) en la conferencia Retos y Oportunidades para la Educación Superior en México y el Mundo, dijo que es urgente explorar áreas hoy desconocidas para atender las necesidades futuras, tener conocimiento de las nuevas tecnologías, estudiar el comportamiento social y evaluar los factores ambientales, como los aspectos que se tomarán en cuenta para las carreras del futuro.
“Se necesita estudiantes que conozcan las nuevas tecnologías y estudiar los comportamientos de la ciudadanía para saber qué es lo que pasa, conocer cómo pueden solucionar esos problemas y resolverlos de manera eficiente”, precisó.
En presencia del rector de la UAEM, Alfredo Barrera Baca, enfatizó que el reto de la educación en México se centra en que más jóvenes entren a las escuelas, en incrementar las licenciaturas virtuales y a distancia, que todas las personas estudien, dotar los programas educativos de calidad y no de cantidad.
Señaló que se requiere generar investigación para que las universidades sean centros de desarrollo de conocimientos, crear lazos de vinculación con el sector productivo para estar en contacto con el ámbito laboral y ejercer el cuidado de finanzas de las instituciones para lograr situar a los profesionistas de espacios laborales acordes a las exigencias de los tiempos actuales y futuros.
“Trabajamos por tener educación integral y flexible, con calidad y pertinencia en la oferta educativa y la educación vocacional”, confirmó.
Informó que actualmente hay 4 mil universidades, espacios que atienden al 42 por ciento de la población, que cuentan con medio millón de profesores e investigadores y 4 millones de estudiantes que deben vincularse con áreas de oportunidad como las ingenierías y las humanidades, ciencias en las que la mayoría de los estudiantes no prestan atención debido a la complejidad que generar; sin embargo, es necesario regresar a los modelos de enseñanza basados en prácticas y menos teoría.
“Trabajamos porque los estudiantes estén menos tiempo en la escuela, menos tiempo sentados y más tiempo practicando y aprendiendo”, precisó.