Agencia MVT/ Luis Rodríguez
Toluca, México, 13 de junio 2018.- Irving Sosa García, es uno de los tantos mariachis que se postran cotidianamente en los Portales al igual que muchos músicos se gana la vida recitando las canciones clásicas y típicas mexicanas.
El músico que pertenece a la agrupación “Mariachi Impala”, el cual fue fundado hace 13 años y que se encuentra conformado por ocho integrantes. Comenta que este proyecto nació del seno familiar, pertenece a la tercera generación de músicos y actualmente se desempeña en los violines, arte que lleva desarrollando desde hace 15 años.
Consciente de que los tiempos y los gustos musicales van evolucionando, incrementado y reconfigurado, agrega que vivir de la música y sobretodo del genero Mariachi, es sumamente complicado, principalmente porque no existen sueldos base y no hay algo que asegure que puedan ser contratados en la jornada, hechos que los ha llevado a él y su grupo a transitar y deambular en el reconocido “Corredor de los Mariachis”, el cual recibe su nombre por ser un espacio ocupado por estos músicos.
También comenta que las nuevas tecnologías han empeorado la situación, pues la gente prefiere “reproducirlo todo de manera digital “.
“Antes nos contrataban directamente en nuestra casa, pero con el avance de la tecnología, los celulares y el teléfono todos prefieren reproducirlos en ello, la nuevas generaciones ya no gustan de la música en vivo. Ahora el cliente ya no llega, hay que salir para que nos puedan ver y te puedan contratar”.
Sin embargo, explica que no todo es pesimismo en la dura lucha de sobrevivir con la música, pues encuentra grandes satisfacciones en este trabajo que se vuelve un estilo de vida:
”Es una música muy alegre, mexicana y muy compleja, ya se ha evolucionado bastante, tocamos sones, huapangos, rancheras o clásicas, estas ya la hacemos de manera avanzada”.
Entre las canciones que más piden, relata que «el son de la negra», «el huapango de Moncayo», el clásico «cielito lindo», «cielo rojo», «la malagueña» y «caminos de Michoacán».
Sus jornadas son diarias, incluso los domingos, y los mariachis que ocupan en Centro Histórico de Toluca provienen de Xalatlaco, Santiago Tilapa, San Felipe Tlalmimilolpan, Tlacotepec, Luvianos, incluso algunos provenientes de Michoacán, Guerrero y la Ciudad de México.
En cuanto a los costos de servicio, cada agrupación tiene sus estándares, en conjunto cobra alrededor de 3 mil pesos la hora, 100 pesos por canción, pero los grupos más consolidados elevan sus precios a los 9 mil a 15 mil pesos por hora, recursos que también son empleados para su indumentaria, la cual se eleva a de los 5 mil a los 20 mil pesos.
Sosa Garcia, pensativo, concluye que este género carece de difusión y apoyo por parte de las instituciones educativas, ejemplificando a Estados Unidos, donde se realizan master class que difunden el quehacer del Mariachi.