Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 26 de Dic.- Alrededor de 96 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 25 años que asisten a centros de diversión nocturna no conocen las medidas de seguridad en caso de alguna situación de desastre, lo que evidencia la importancia de generar medidas preventivas que fortalezcan la seguridad de este grupo, afirmaron especialistas de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Autónoma del Estado de México.\r\nLos docentes Omar Montes de Oca Herrera, Miriam Gómez Ortega y Jaqueline Avendaño Arriaga, autores del trabajo titulado: Jóvenes y los Desastres en Antros y su Prevención, refirieron que una encuesta realizada a 200 jóvenes mexiquenses reveló 68 por ciento afirmó ir cada mes a este tipo de lugares, mientras que 32 por ciento asiste cada quince días.\r\nEl estudio tuvo su origen en tragedias ocurridas en años pasados, entre las que destacan el Caso New´s Divine, que provocó la muerte de 13 jóvenes en el Distrito Federal, así como otros casos notorios acontecidos en América Latina, que si bien reflejan irregularidades por parte de los propietarios de estos lugares, evidencian también que los jóvenes desconocen los protocolos básicos de seguridad.\r\nLos especialistas sostuvieron que los riesgos en los antros o lugares de reunión a los cuales asisten los jóvenes pueden originar siniestros, como resultado de una situación crítica y dañina, generada por la incidencia de uno o más fenómenos, como sismos, incendios u otros.\r\nLos usuarios deben conocer los señalamientos que indiquen las salidas de emergencia, la zona segura, los puntos de reunión, escaleras de emergencias, entre otras, añadieron.\r\nLa encuesta realizada reveló que 20 por ciento de los adolescentes verifican las medidas de seguridad en el antro, al menos ubican las salidas de emergencia y las zonas seguras; sin embargo, dijeron, 98 por ciento no sabe cómo actuar en caso de incendio y 93 por ciento no sabe utilizar un extintor.\r\nSin duda, aseveraron, los jóvenes requieren de mayor información para guardar su integridad y seguridad en lugares públicos, como la escuela o incluso, en el hogar, pero también en los espacios que frecuentan con regularidad, como los centros de diversión nocturna y bares.