ZINACANTEPEC, México, 5 de Oct.- Edgar Hernández Muñoz, presidente del Colegio Mexiquense, señaló que iniciar o crear impuestos que aumenten la carga tributaria sobre un universo de contribuyentes en aras de que ayudará a combatir la pobreza es un planteamiento inaceptable.\rEn este sentido, puntualizó que si bienes cierto que el estado requiere de mayores fondos para resolver o al menos palear la pobreza, también es cierto que el estado está obligado a mejorar sus formas de recaudación actuales, así como aumentar la base gravable.\r“Hay que hacer un esfuerzo para que sean más los que paguen impuestos y no sólo paguen más los que ya los pagan”, precisó.\r“Dichos impuestos deberían dirigirse a una política social integral y no sólo asistencial; es decir, a una política donde la solución de la pobreza sea multifactorial y no se reduzca solo ha asumir que el gobierno recaude fondos para que los pobres lo reciban, pues esta visión –un tanto romántica– de recaudar fondos para repartirla entre los pobres, es una visión muy pobre en este siglo XXI”, refirió.\rPor ello, consideró que el Paquete Económico 20010 debe ser integral y debe asumir las obligaciones fiscales del estado, pero, sobre todo, debe transparentar en el ejercicio público y debe ser más eficiente.\r“Hay que reconocerlo, y lo digo con responsabilidad e imparcialidad de académico, desde que hubo alternancia se han vivido avances y mejoras sin duda en la vida democrática, pero también ha habido efectos perversos y uno de ellos es ésta visión que tiene una clase política de nuevo cuño, de suponer que incrementar los privilegios de la alta burocracia, con traer especialistas de honradez y visiones intachables, vendrían para mejorar las cosas; sin embargo no ha sido así”, añadió.\rFinalmente, el titular del Colegio Mexiquense, enfatizó que desde el año 2000 hasta la fecha se observa un crecimiento exorbitante de los gastos de la alta burocracia, lo cual es inaceptable, por lo que reiteró que el gobierno debería de empezar a redimensionar el edificio gubernamental y recuperar la capacidad promotora más allá de la bondad recaudatoria y sin la necesidad de suprimir secretarias.\r