Habitantes del sur del Estado migran a causa de la violencia

TOLUCA, México, 12 de Nov.- El narcotráfico y la violencia que de ese fenómeno se genera provocó un nuevo fenómeno poblacional que acarrea graves consecuencias sociales y económicas: el desplazamiento forzado de personas, situación que ya se vive en algunos municipios de la zona sur del Estado de México, explicó Jaciel Montoya Arce, coordinador del Centro de Investigación y Estudios avanzados de la Población.\r\nEl especialista precisó que este fenómeno se presenta actualmente de forma más grave en comunidades rurales de la zona norte de la República Mexicana, donde grupos de la delincuencia organizada llegan y prácticamente se apoderan de la comunidad, generando un estado de indefensión entre la población, la cual prefiere mejor salir hacia otro lugar donde pueda estar a salvo.\r\nCuestionado sobre si este fenómeno ya se vive en el Estado de México, Montoya Arce precisó que hay casos identificados de personas que ante el incremento de la violencia en sus comunidades de origen, la mayoría ubicadas en municipios como Tejupilco, Luvianos, Amatepec y Tlatlaya, tuvieron que moverse a otras partes del Estado de México, a entidades vecinas e incluso al extranjero para no ser alcanzado por la delincuencia.\r\nTan solo como ejemplo, citó el caso del presidente municipal electo de Luvianos, José Luis Benítez Benítez, quien, aunque sea de forma temporal, tuvo que abandonar su lugar de residencia después del ataque sufrido a manos de un grupo armado, en el que incluso resultó herido de bala uno de sus asistentes.\r\n»Es un hecho que el narcotráfico está impactando en las condiciones de vida de la población, en el desplazamiento forzado e incluso en asuntos como la esperanza de vida que se ve acortada ante fenómenos delincuenciales y la violencia que de ello se deriva», puntualizó.\r\nPor último, Montoya Arce detalló que este tipo de circunstancias que están obligando cada vez más a la movilidad poblacional, generan otros efectos negativos, por ejemplo los económicos, pues la mayoría de las localidades del norte del país donde su gente se movió por temor a la delincuencia, se convirtieron en auténticos «pueblos fantasmas» donde se dejó de producir, se cayó en el abandono de tierras y evidentemente se generó mayor pobreza.

Viernes 19 de Abril del 2024 1:43 am