TOLUCA, México, 11 de Jul.- Niños y jóvenes que dedican la mayor parte de su tiempo a trabajar en las calles ganan entre 200 y 600 pesos diarios, por lo que se niegan a desprenderse de esquinas, semáforos, estacionamientos y mercados, entre otros lugares públicos.\rIncluso los ingresos económicos de estos menores superan los de algunos egresados universitarios; sin embargo, están expuestos a más peligros y no tienen la posibilidad de concluir sus estudios.\rLa diferencia de ganancias entre los niños depende del lugar donde desempeñen su actividad, ya que hay claras desigualdades de los que trabajan en sitios turísticos, en la zona metropolitana y en ciudades semi urbanas.\rPatrica Tella Rosas, jefa del Departamento de Menores Trabajadores Urbano Marginales (METRUM) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), informó que al menos 32 por ciento son ambulantes, aunque también destaca el oficio de “payasitos”; es decir, aquellos que hacen piruetas en cada rojo del semáforo, malabaristas y los que simplemente mendigan un peso o un pan.\r“En Valle de Bravo, hay infantes que obtienen en un sábado, cuando hay mayor afluencia de turistas, hasta 600 pesos. En la zona metropolitana los limpiaparabrisas logran ingresos de hasta 200 pesos en un día y es la venta de productos diversos la actividad más recurrente”, refirió. \rLa funcionaria recordó que los resultados de la encuesta METRUM que se llevó a cabo en el 2006 dan a conocer que más del 90 por ciento de los menores en situación de calle de la entidad enfrentan condiciones de pobreza y marginación en sus hogares.\rObligados por las circunstancias, trabajan en las calles para contribuir al gasto como la única salida que para sobrevivir, aunque también los hay quienes huyen de la violencia intrafamiliar.\r