Luis Ayala Ramos\r\n\r\nCUAUTITLÁN IZCALLI, México, 12 de Agosto.- A merced de problemas gastrointestinales y de la piel están más de 150 familias que habitan en Los Ahíles, colonia cercana al Ejido Guadalupe, Lomas de las Cruces y Tepojaco, en los límites de Cuautitlán Izcalli con el municipio de Nicolás Romero, donde el relleno sanitario de Tersa del Golfo deteriora el ambiente.\r\nEl año pasado, el gobierno del Distrito Federal pagó 180 pesos por cada tonelada de basura confinada; son 200 contenedores con basura los que entran al lugar diariamente. \r\nSe ven entrar tráileres durante el día y la noche, mismos que le generan una ganancia al ayuntamiento de un millón 80 mil pesos y por si fuera poco, la aportación de los vehículos particulares, denunció Claudia Gómez, vecina del lugar.\r\nLa basura es una fuente de empleos y proporciona espléndidas ganancias, pero con las especificaciones ambientales de rigor, no así el almacenamiento a cielo abierto que afecta la vida de los que viven cerca de un tiradero. \r\nAsí, se incrementan las enfermedades respiratorias, gastrointestinales e infecciones en ojos y piel.\r\n»En definitiva, se embolsan una millonada en perjuicio de cientos de familias humildes que carecen de energía eléctrica, agua potable, drenaje, pavimentos y servicios de salud. Hacemos el llamado a empresa para que acate las normas de trabajo y cuidados del medio ambiente, si no, que se clausure», añadió.\r\n