Toluca, Méx., 1 de diciembre de 2008.- Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992, fue reconocida por el Partido Revolucionario Institucional del Estado de México. Su dirigente estatal, Ricardo Aguilar Castillo, manifestó que “alguien que asume dignamente su identidad de mujer, de indígena, de latinoamericana, de luchadora social, y que por ello recibió el premio Nobel, es una persona que al recibir ese galardón lo prestigia.\r\nEn ceremonia organizada por el Frente Juvenil Revolucionario, en la sede estatal de este partido, el dirigente tricolor valoró el liderazgo que ha alcanzado la indígena guatemalteca en “la lucha contra las injusticias sociales, la violencia y por la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres”. Todo ello, destacó, en un clima adverso de pobreza, discriminación, desigualdad, persecución e incluso violencia. \r\nAguilar Castillo señaló a Menchú como un ejemplo para los jóvenes latinoamericanos, en especial para los mexicanos, pues afirmó que la Premio Nobel “representa el espíritu de lucha activa de quienes viviendo estas condiciones, se sobreponen a la adversidad, actuando para cambiarlas y no se sientan sólo a llorar, para contemplar y esperar que otros vengan a resolverlas”.\r\nMencionó también la coincidencia de las causas del PRI con las que defiende Rigoberta Menchú, detallando que para lograr los fines de la justicia social “el PRI practica, como usted, las herramientas de la política: el diálogo, el acuerdo, la inclusión, el respeto a las diferencias, la tolerancia y la búsqueda de la confianza ciudadana en las urnas”. \r\nFinalmente, el líder estatal refrendó que el PRI es un partido incluyente e igualitario, detalló que “es un partido que no discrimina a nadie; aquí no se necesita ser de la gran sociedad para aspirar a algún cargo de elección popular; aquí en el PRI es posible que cualquier persona, independientemente de su origen, de su posición social, de sus creencias religiosas, llegue a ser gobernante de su municipio, de su estado y del país”.\r\nEn tanto, Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz en 1992, confió en que este encuentro con el Partido Revolucionario Institucional sirva para afianzar una buena relación que tenga como resultado una lucha conjunta contra la pobreza y la marginación de los pueblos indígenas y de todas aquellas personas que carecen de los elementos básicos para vivir dignamente.\r\nAl agradecer la oportunidad de intercambiar puntos de vista con los priistas, Rigoberta Menchú señaló que el hecho de voltear a ver a este partido se debe a que comparten un mismo reto: transformar la realidad social que aún muestra una gran inequidad entre la población, “ustedes tienen una preocupación humanista y no sólo política”, reconoció.\r\nDijo que admira al Estado de México, por su diversidad y riqueza cultura, por su población indígena y la calidez de su gente, por lo que espera continuar una estrecha relación con el PRI mexiquense, para entablar una relación con los habitantes de la entidad que permita encontrar soluciones para todos los que sufren la inequidad social no sólo en este país, sino en Centroamérica y otras latitudes que aunque son pequeñas, padecen grandes problemas.\r\nRigoberta Menchú auguró éxito al Partido Revolucionario Institucional del Estado de México en las próximas elecciones y comentó que su lucha humanitaria permitirá mejorar las condiciones de vida de los mexiquenses. \r\n