TOLUCA, México, 26 de Feb.- La tercera edición de La noche de las Estrellas, que en Toluca tuvo como sede a la zona arqueológica de Calixtlahuaca, se realizó exitosamente con la asistencia de unas siete mil personas que aprovecharon la ocasión para conocer más sobre el firmamento y los cuerpos celestes.\r\nJosé Alfredo González Sosa, astrónomo aficionado, mencionó que en esta ocasión se tuvo la fortuna de contar con un cielo totalmente despejado que facilitó a los asistentes la observación de constelaciones, nebulosas, estrellas y planetas; el año pasado, dijo, la Noche de las Estrellas se realizó en abril e inesperadamente en algunas sedes como Teotihuacán, estuvo nublado y llovió, lo que dejó un mal sabor de boca a los asistentes.\r\nEste año los organizadores escogieron al mes de enero debido a que el cielo tiende a permanecer despejado y obscuro. «Este año la naturaleza nos está tratando maravillosamente; los asistentes pueden ver como plato fuerte a Júpiter con sus Lunas y a Saturno».\r\nEn esta edición, La Noche de las Estrellas está dedicada a la química, y además de inducir a las personas, particularmente a los niños en la observación del cielo, se les hace ver la relación que existe entre la ciencia y la composición de los cuerpos celestes; así se les introduce de una forma natural y agradable a la química, la física, la óptica y la astronomía.\r\nLos pueblos antiguos, refirió, fueron unos asiduos observadores del cielo; lamentablemente ahora la vida moderna no nos deja espacio para mirar el firmamento y debemos procurar recuperar esta costumbre».\r\nAntes, dijo, era fácil observar el cielo porque no había tanta iluminación, el cielo era despejado y oscuro; ahora la iluminación artifical y hasta la contaminación nos lo impiden, pero si se les orienta, a los niños se les puede inculcar el gusto por la astronomía de un modo agradabe, acercándolos de una manera amena, como por ejemplo llevarlos a los planetarios, leyéndoles historias y relatos de la mitología referentes a las estrellas».\r\nGonzález Sosa dijo que los padres de familia tienen un papel fundamental, pues si en ellos surge el gusto por estudiar las estrellas, sus hijos también lo asimilarán de un modo natural. «Comprar un telescopio no siempre es accesible para las familias, pero lo que sí resulta viable es acercarse a los grupos de aficionados o a los clubes de astronomía para compartir experiencias y conocimientos».\r\nLas familias que se dieron cita en Calixtlahuaca disfrutaron con la observación de Saturno y sus anillos, de grupos de estrellas como las Pléyades, constelaciones como Orión y el Can Mayor, de la que forma parte la estrella Sirio, que es una de las más brillantes del cielo, de cúmulos celestes y de Júpiter con sus cuatro satélites alienados, así como de bandas de nubes.