José Contreras Contreras
SAN MATEO ATENCO, México, 16 de Febrero.- Ejidatarios de San Mateo Atenco, cuyas parcelas fueron afectadas por las obras de construcción del Tren Interurbano México-Toluca, advirtieron que “los quieren cansar” y que el gobierno federal y la constructora a cargo pretenden burlarse de más de 250 familias, a quienes hasta el momento no les pagan sus tierras.
Recordaron que han hecho pública su inconformidad porque pretenden pagarles a 50 pesos el metro de tierra afectada, cuando en otras partes de la misma obra han liquidado a razón de 3 mil pesos el metro.
“Nos quieren cansar, se están burlando de nosotros, pero estos no entienden hasta que les paremos la obra, hasta que nos apropiemos de la maquinaria y los materiales, y a ver con qué van a trabajar”, señalaron.
Informaron que van más de tres ocasiones en que la constructora de la obra ha dicho que les van a liquidar lo que les deben, pero simplemente no se presentan los representantes de la compañía.
“Nos están dando puro atole con el dedo; estos creen que somos estúpidos, pero no saben con quiénes se están metiendo”, dijo María Rosalinda Pérez Arzate, quien expuso que en su propiedad afectaron 2 mil 500 metros y hasta el momento no le han pagado ni un peso.
Señaló que la diferencia con otras etapas de la misma obra es que, según la constructora, solamente se afectará una franja de terreno, por lo que no quieren liquidar la totalidad de los aproximadamente 250 predios afectados.
Sin embargo, explicaron que cuentan con un peritaje de geología y agronomía en el que se indica que los terrenos quedarán inservibles para labores agrícolas, por lo que aunque no se utilice toda la tierra, ésta ya no servirá para sembrar, que es a lo que ellos dedicaban sus predios antes de iniciar la construcción del Tren Suburbano.
Por último, dieron a conocer que se promueve un amparo ante el Juzgado Quinto federal en contra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, instancia responsable de la obra, pues aunque no pagan ni un peso a los afectados, ya se hizo uso total de las tierras. “No es que haya obras, pero está todo lleno de maquinaria y equipo, así como de materiales de los que usan para construir”, precisó Martina Segura Martínez, otra de las afectadas.