TOLUCA, México, 21 de Jul.- Por diversos factores cotidianos los desórdenes mentales aumentan en la población mexiquense y para su atención hay un gran déficit de especialistas en el Instituto de Salud del Estado de México que solo tiene 75 psicólogos y ningún psiquiatra.\rSe estima que en cada centro de atención primaria hay un psicólogo que ofrezca terapia grupal, además de que el médico general pueda tener la capacidad para detectar cuadros depresivos, que si no se atienden a tiempo pueden conducir a la muerte al individuo, fenómeno que incluye diversidad de edades y posiciones económicas.\rSe tiene documentado que niños de cinco, ocho o 10 años se suicidan, también personas en edad productiva que no encuentran empleo o el dinero no les alcanza para la manutención del hogar y entre adultos mayores, quienes al saber que padecen enfermedades incurables optan por quitarse la vida.\rActualmente, uno de los nuevos problemas de salud mental que ha detectado la secretaría de Salud del Estado de México es el estrés en niños, padecimiento que ocasiona la falta de sueño, nauseas e irritabilidad que lo somatizan en algunos órganos.\rSe suma entre los menores de edad la violencia intrafamiliar de la que son víctimas en un sinnúmero de hogares mexiquenses. Las estadísticas señalan que una de cuatro personas en la entidad requiere atención por este concepto.\rSi se le aumenta el hecho de que el individuo se vuelve adicto a sustancias prohibidas, entonces se requiere de una atención multidisciplinaria que abarque el seno familiar, ya que una vez que se sabe que uno de los miembros padece algún trastorno mental, se le excluye en lo social y laboral; es decir, queda estigmatizado.\r