José María Jiménez\r\n\r\nTEMASCALCINGO, México. 30 de Mayo.-Con máscaras confeccionadas con troncos de maguey o madera y vestidos con ropa vieja fabricada con cartón y fibra de maguey, habitantes de distintas comunidades de Temascalcingo celebraron el tradicional Jueves de Corpus, mejor conocido como «Xita Corpus» que en Mazahua quiere decir Los Viejos del Corpus.\r\nDurante la celebración, realizada el Jueves de Corpus, cerca de 30 grupos de personas provenientes de al menos 15 comunidades cercanas a la cabecera municipal se reúnen para danzar y ofrendar sus bailes a Dios, para pedirle lluvias y buenas cosechas durante esta temporada.\r\nLos tradicionales Viejos del Corpus recorren las calles del primer cuadro del municipio con sus vestimentas tradicionales, visitando durante su trayecto los negocios de la zona, cuyos propietarios les ofrecen dulces, comida o alguna bebida para que sea compartido por los grupos de danzantes.\r\nLos participantes aseguran que no se sabe con certeza cuándo comenzó esta celebración, ya que ha pasado de generación en generación desde hace cientos de años; tampoco conocen con certeza el motivo por el cual se visten de viejitos, ya que las historias sobre el origen de estos característicos personajes son muy diversas, de acuerdo con las distintas comunidades de donde provienen los grupos de danzantes llamados Comparsas.\r\nUna de las versiones es que anteriormente los hacendados se reunían con sus servidores el Jueves de Corpues. La mayoría eran peones y campesinos de escasos recursos, que tenían que vestir con ropa vieja, casi siempre regalada por los patrones para que pudieran estar presentables para esta fecha.\r\nTomás Filiberto García, cronista municipal de Temascalcingo, señaló que la tradición de los Viejos de Corpus es una festividad religiosa que tiene su origen en tiempos prehispánicos, cuando se veneraba a Tláloc, dios de la lluvia, ya que en la región se asentaron las etnias Mazahua y Otomí. \r\nPosteriormente, tras la colonia y con la evangelización, la cultura tradicional de estos pueblos se fusionó con las creencias religiosas católicas, dando origen a la tradicional celebración.\r\nTras ofrendar sus bailes y pedir por la fertilidad de las tierras, los grupos de viejitos regresan a las distintas comunidades de donde provienen para continuar con los festejos en sus capillas.\r\nDe acuerdo con autoridades municipales, la celebración logra reunir más de tres mil visitantes de distintos puntos del Estado de México y entidades cercanas, quienes aprovechan para fotografiar y observar los trajes que son elaborados de forma artesanal y en su mayoría con productos naturales, exclusivamente para esta festividad.