Agencia MVT / José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 28 de Noviembre.- Alan Uriel López García y Denisse Ayeret Martínez Maldonado son dos estudiantes del tercer semestre de la licenciatura en Bioingeniería Médica de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), quienes ya lograron regresar a la vida normal a dos personas a las que les faltaba una mano, gracias a una prótesis que ellos desarrollaron, la cual es capaz de soportar una carga de 7 kilogramos y cuesta la quinta parte de cualquiera de las que se ofrecen en el mercado nacional e internacional.
Los universitarios han sido capaces de demostrar que cuando se quiere, se puede, pero ahora enfrentan el dilema de la comercialización, pues su voluntad es beneficiar con este tipo de prótesis a personas de escasos recursos que hayan perdido algún miembro del cuerpo, principalmente extremidades inferiores o superiores, pero nadie quiere apoyarlos, porque quienes tienen los recursos suficientes únicamente buscan ganar dinero.
Una prótesis de este tipo cuesta entre 250 y 300 mil pesos, la mayoría se cotizan en dólares porque son desarrolladas en Estados Unidos o Europa, y las que ellos ofrecen se pueden lograr con una inversión de 50 mil pesos.
López García explicó que resulta un producto sumamente económico debido a que el diseño, la maquinaria con la que se elabora y las materias primas son 100 por ciento nacionales, por lo que este tipo de prótesis no está afectada por la fluctuación peso-dólar.
La prótesis es de tipo mioelectrónico, lo cual quiere decir que responde a los impulsos nerviosos de la persona que la utiliza para reemplazar un miembro perdido, por lo que prácticamente puede volver a la normalidad en la mayoría de sus movimientos cotidianos, lo que repercute en que el beneficiario pueda rehacer su vida laboral y volver a ser productivo.
Por eso los estudiantes sueñan con un mecanismo que les permita elaborar este tipo de prótesis que tienen como materia prima principal un material conocido como ácido poliláctico, derivado del maíz, para ayudar a personas amputadas de escasos recursos a volver a la vida plena.
Denisse Martínez precisó que la mayoría de las personas amputadas y de escasos recursos jamás podrán acceder a una prótesis que cuesta entre 250 y 300 mil pesos, pero sí podría beneficiarse mediante un programa social en el que algún particular o institución pueda invertir 50 mil pesos en cada próstesis elaborada y colocada.
Por ello, los universitarios hicieron un llamado a empresas, gobiernos federal, estatal o municipales, así como a instituciones de beneficencia a respaldar este proyecto, el cual ya demostró, con hechos, su potencial social, médico y económico.
