Agencia MVT
Toluca, México, 22 de Enero de 2019.- El Parque Simón Bolívar de Toluca se ha convertido en un bazar o «Piojo chiquito».
Y es que el área que se ubica a un costado del edificio de Rectoría de la UAEMéx, en el área que comprenden las calles de Rayón, Instituto Literario y Gómez Farías, es un auténtico mercado ambulante sin regulación alguna en donde igual se ofrecen ropa y accesorios que artículos de segunda mano por Internet.
En entrevista, una de las vendedoras que pidió omitir su nombre, recordó que la administración municipal de Fernando Zamora las retiró de la zona en una ocasión por considerarlo comercio ambulante, pues aseguró que ante la demanda de clientes el parque ya no solo era el punto de entrega de los productos, sino que se convirtió en un bazar.
«Esto no empezó como bazares, empezó como venta por internet y las entregas se realizaban en este parque en Rectoría, pero dada la demanda la gente ya no nada más va ahí y entrega, sino que ponen sus puestos y venden y aparte en línea muestran sus productos», explicó la vendedora.
Cabe destacar que las mujeres son la mayoría de las vendedoras y compradoras en esta zona, pues pocos hombres se acercan a ver los artículos que aquí se venden, ya que gran parte de ellos son productos para dama e infantiles.
La vendedora indicó que cuando fueron retiradas del parque, muchas de ellas se pusieron de acuerdo para abrir bazares en lugares aledaños, uno de ellos es conocido como «Bazar la casita», una casona ubicada en la calle Instituto Literario en donde solo a la entrada había venta de jugos y comida.
«El parque nada más era el punto de entrega, nada más llevaban su mochila y entregaban, entonces cuando empezó a hacerse todo esto de que empezó a venderse en el parque y empezaron a tenderse como vil mercado y nos retiraron por eso se abrieron alrededor los bazares», explicó.
Actualmente dijo que existen más de seis bazares aledaños al Parque Simón Bolívar, a los que para tener un lugar los vendedores deben pagar una cuota de entre 50 y 150 pesos el día.
«Cada bazar tiene su página y en la misma página de ventas las personas se anotan para apartar un lugar en el bazar y les asignan un lugar para uno de los días, cada bazar tiene su administradora que se encarga de todo el movimiento», explicó.
Destacó que aunque este tipo de venta inició como un bazar de ropa usada de segunda mano, actualmente se encuentran incluso artículos importados.
Inseguridad y basura, son los problemas que dijo han dejado este tipo de ventas, pues comerciantes aledaños, vecinos e incluso las mismas vendedoras del bazar dejan basura en el parque que puede permanecer hasta tres días en el lugar.