TOLUCA, México, 29 de Sep.- Para celebrar el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, los habitantes de San Pablo Autopan, del municipio de Toluca, visitan el panteón general de su comunidad para dejar en la morada de sus difuntos cientos de ramos de flor de cempasúchil.\r\nFamilias completas visitan el panteón para colocar esta tradicional flor en las macetas de las tambas, así como deshojarla y colocarla encima de las criptas.\r\nDe acuerdo a lo dicho por Jesús Martínez López, esta tradición se realiza desde hace cientos de años; «en un principio se visitaba el panteón para dejar la flor en las tumbas de los niños que habían fallecido. Los niños fallecen sin haber pecado, San Miguel Arcángel venció al demonio y abrió el paso para que los niños que mueren vayan al cielo», indicó.\r\nAseguró que esta tradición ahora se ha generalizado y se visita el panteón para dejar la flor de cempasúchil a todos los difuntos, además de ser el preámbulo de los festejos del Día de Muertos, que se celebra el 1 y 2 de noviembre.\r\nPara Elpidia Arzate está es una tradición que se ha venido heredando de generación en generación. «Mis abuelos me platicaban que era una tradición visitar el panteón el 29 de septiembre, ya que San Miguel Arcángel abrió el paso al bien», comentó.\r\nEn el panteón de San Pablo Autopan se puede observar familias competas que llegaban cargadas de flor de cempasúchil, algunos caminando y otros en automóvil.\r\nLos contrastes en las tumbas son evidentes, existen desde la más humilde hasta otras que se han erigido con mucha imaginación, como la de Eduardo Bustamante, quien en vida creó una empresa de juegos mecánicos que heredó a sus hijos, los cuales le construyeron una cripta simulando el techo de un carrusel.\r\nCristóbal Bustamante, hijo del finado, comentó que el visitar el panteón en esta fecha es una tradición milenaria, y hay que continuarla, por lo menos para que los difuntos sepan que se les visita.