Staff MVT\r\n\r\nTOLUCA, México, 24 de Julio.- Los hongos son un recurso forestal no maderable de gran valor ecológico, ambiental y económico en el municipio de Amanalco; sin embargo, el cambio de uso de suelo podría degradar las condiciones óptimas para la permanencia del recurso, aseguraron investigadoras de la Universidad Autónoma del Estado de México.\r\nMarlín Pérez Suárez, del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR), y Maribel Hernández Téllez, del Centro Interamericano de Recursos del Agua (CIRA), autoras del trabajo de investigación «Distribución potencial de algunas especies de hongos comestibles y su relación con el cambio de uso de suelo en Amanalco, Estado de México», hablaron sobre la necesidad de conocer la distribución potencial de los hongos, para contrastarla con el proceso de cambio de uso de suelo e identificar áreas vulnerables. \r\nA través de la percepción remota y modelos de calidad del hábitat, las expertas evaluaron y monitorearon el cambio de uso de suelo, con el objetivo de modelar la distribución potencial de los hongos e identificar zonas con alta probabilidad de cambio de uso, donde se distribuyan potencialmente diversas especies de hongos.\r\nDe esta manera, pudieron observar que las categorías que mostraron ganancias de área son: Pastizal, Urbana y Agua; con base en la información generada, definieron las zonas vulnerables al cambio de uso de suelo, donde se distribuyen potencialmente 10 especies de hongos.\r\nLas investigadoras de la Universidad Autónoma del Estado de México reiteraron que los hongos cumplen diversas funciones ecológicas, debido a que regulan la fertilidad del ecosistema, mediante los procesos de descomposición y mineralización.\r\nTambién controlan de manera importante la dinámica del carbono y forman asociaciones con las raíces de las plantas para adquirir nutrientes del suelo, puntualizaron Marlín Pérez Suárez y Maribel Hernández Téllez.\r\nDe ahí la importancia, concluyeron, de generar acciones de conservación de estas especies, que además son importantes económica y culturalmente en comunidades rurales, porque la población que habita en la proximidad de un bosque suele recolectarlos para su autoconsumo y como complemento de su dieta.\r\n