Braulio se ríe de su condición y es ejemplo de sobrevivencia

Agencia MVT / Filiberto Ramos

TOLUCA, México, 22 de Abril del 2017.- «Me dicen el inmortal, porque nunca voy a estirar la pata, no puedo estirar mis pies, mira», dice Braulio, sacando una carcajada, de las que a diario le ayudan como terapia para ser feliz y sobrellevar las horas sentado en su silla de ruedas, mientras vende sus dulces en Paseo Colón para subsistir.

A los tres años de edad le diagnosticaron la enfermedad de la poliomielitis, que le atrofió todos los músculos del cuerpo, lo sumió durante cuatro años en el coma y lo tiene actualmente en silla de ruedas; pese a ello, dice que le ha sabido sacar el mejor rostro a la desgracia.

«No me doy por vencido porque hay mucha gente que está peor que yo, y hay muchas personas que están mejor que yo y no hacen nada, por eso no me doy por vencido», externó Braulio Vargas, a quien los doctores, empleados de los hospitales y comerciantes de Colón conocen mejor como «El Inmortal» o «El Licenciado».

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Todos los días, como desde hace 14 años, se levanta en punto de las 06:15 horas, se cambia, acondiciona su silla y prepara sus dulces para esperar el taxi que lo lleva a su lugar de venta en Paseo Colón, donde se le mira sin falta a las 07:00 horas y hasta después de las 19:00horas.

Postrado en su vieja silla que tiene las llantas flojas, el plástico roto y el respaldo de las piernas sin funcionar, atiende a sus clientes y los amigos que pasan sin falta para charlar con él por unos minutos.

 -¡Qué hay mi licenciado!

 -¡Aquí pasándola sin estirar la pata, mira! –responde Braulio una y otra vez con la broma que lo caracteriza, la desgracia lo hizo así, y puede presumir de tener pocos días malos.

«Yo he buscado trabajo en todo y de todo, pero desgraciadamente siempre me han dicho que no, por ser discapacitado, es muy duro esta condición, pero es más si te das por vencido», recordó Braulio, enojado con la falta de oportunidad para el sector de la sociedad, al que pertenece desde hace 14 años.

-¿Y a qué hora se levanta a diario?

-Ahí si te fallo, porque yo nunca me levanto, -bromea para responder a la pregunta que se le hace y hace sacar una risa.

Su condición y su historia es parte de ese 60 por ciento de los mexiquenses que se ganan a diario la vida en el trabajo informal, según los datos de la Secretaría del Trabajo.

Su salario, es incierto a diario, rozando el mínimo que es de 80 pesos, su satisfacción poder aún ganarse la vida pese a su situación, no se puede calcular.

Martes 23 de Abril del 2024 4:09 am