Ahora Frida es de barro, es una alcancía, está en Metepec y con su nueva redonda figura tiene la intención de llegar a los hogares para que los pocos o muchos ahorros de la gente sirvan de apoyo para los damnificados del sismo del 19 de septiembre. Al menos esa es la idea con que surgió esta figura de apenas 10 centímetros de altura que forma con sus manos Andrea Barrueta, de 25 años de edad quien trabaja en el Taller familiar El Sol ubicado en Metepec.
La euforia por la perra de raza labrador de nombre Frida, entrenada como rescatista e integrante de los binomios de La Marina que participaron en la Ciudad de México para liberar a las personas de los escombros el pasado 19 de septiembre todavía está vigente y de eso se vale esta artista plástica quien egresó de Diseño Industrial, pero que desde hace un año es empleada en el taller donde se diseñan piezas miniatura de árboles de la vida.
La joven que es la única ajena a la familia en el taller de figuras artesanales elaboradas de barro, fue adoptada por un grupo de hombres de todas las edades dedicados a esta labor como una herencia generacional tras solicitar el diseño de un árbol de la vida que nadie en Metepec le quería producir, pero que fue su incursión a la producción de figuras de barro.
Es así que el 19 de septiembre, Andrea y un grupo de amigos acudieron a Tecomatlán (Tianguistenco), es el sitio donde compran el barro con el que trabajan. Fue para llevarle alimento a los artesanos panaderos de la región, pero al ver la devastación, pensó en que más allá de ayuda inmediata es urgente prever lo que pasará a futuro.
Es así que el 19 de septiembre, Andrea y un grupo de amigos acudieron a Tecomatlán (Tianguistenco), es el sitio donde compran el barro con el que trabajan. Fue para llevarle alimento a los artesanos panaderos de la región, pero al ver la devastación, pensó en que más allá de ayuda inmediata es urgente prever lo que pasará a futuro.
“Me puse a pensar qué podía hacer que fuera a la largo plazo, porque en el momento todo mundo se desbordó a las calles, pero con el paso de los días se olvidan. Llegando al taller pensé en la imagen de la perrita y la combiné con las alcancías de cochinito que son muy comunes entre las piezas que vendemos”, platicó.
Piensa que es lamentable tener que solicitar a la gente que colabore con el poco dinero que le sobra para poder llevar un beneficio a los que perdieron todo, porque “se supone que debe haber dinero en las instituciones, los gobiernos y entre las autoridades para que asuman el costo del desastre natural”.
También consideró esta actitud de los llamados millennials como un acto de amor para sus pares en latitudes donde los daños por el temblor fueron tan graves y profundos, pues en algunos casos llevarles sólo una torta o un a cobija no resolvía sino el hambre del momento, para nada la de uno o dos meses después.
Es así que grabó un video en el que cuenta su objetivo, muestra la figura de barro e invita a los interesados a escribirle vía inbox para que le hagan los pedidos que hasta este día no pretenden convertirse en una producción en masa.
“No quiero que se haga algo comercial como la venta de figuras sin el mayor sentido, claro que tampoco van a firmar un recibo o documento que asegure que los ahorros son para los damnificados – siquiera si habrá o no ahorros – sino de tener presente con esta figura lo que pasó hace un mes y hasta dónde podemos llegar si nos unimos de corazón”, dice la artesana.
La página de Facebook en donde es posible encontrar a Andrea es Piri Cosita, en Instagram es piriardilla, en donde la artista dará información sobre el precio que originalmente es de 200 pesos pero que depende del cliente la variación del mismo. Este sábado habrá más de 30 piezas exhibidas en el portal del Taller familiar El Sol ubicado en la calle 5 de mayo esquina Josefa Ortíz, en Metepec.
