A un mes del sismo, en Tecomatlán siguen durmiendo en el suelo

Agencia MVT / Libertad Trinidad

TENANCINGO, México, 19 de Octubre del 2017.- Hay dos caras en la entrega de ayuda para los damnificados, una es la que observan los delegados y autoridades gubernamentales, otra es la que perciben los afectados, una de la otra distan mucho, porque los primeros aseguran que ha fluido la asistencia continuamente, y los segundos piensan que incluso las autoridades buscan responsabilizarlos de la pérdida del cemento que todavía no pueden utilizar, pues no tienen mampostería ni una casa donde colarlo.

En Tecomatlán, municipio de Tenancingo, casi el 100 por ciento de la población es panadera, pero no es posible que trabajen la temporada más fuerte de ventas, pues en 130 casas afectadas, al menos 50 debieron ser demolidas y con ellas los hornos.

Por el momento, 23 familias habitan en el albergue, eran dueños de 12 de las viviendas en donde la ayuda ha llegado muy esporádicamente, si bien el alcalde Roberto Sánchez Pompa les entregó cemento, les hace falta varilla, grava, piedra y mano de obra.

El tercer delegado de la comunidad, Fernando Pacheco Herrera, aseguró que la atención ha llegado desde el primer día, aunque reconoció que desbordada la atención que recibieron por parte de las organizaciones civiles, aseguró que incluso ya el INAH determina el destino de la parroquia del poblado, que se encuentra a casi 20 minutos de la cabecera municipal.

Sin embargo, Miguel Cruz, el encargado del albergue, señaló que a su vivienda no le llegaron las suficientes manos que le permitan demoler las ruinas de su casa, no obstante cotizó la reconstrucción del horno que cuesta hasta 48 mil pesos, sólo con el material, sin la mano de obra.

El encargado del albergue es docente, pero en esta comunidad de las tres escuelas dañadas sólo un preescolar está abierto, las otras dos deben ser remozadas, demolidas, son escuelas de educación básica y kinder, pero no han vuelto a clases, ni siquiera en un espacio a donde hayan re dirigido a los alumnos, pues prefieren esperar a que les lleguen los dictámenes que les den la batuta para retomar el curso escolar.

“Es un mes lo que llevamos desde el sismo y nosotros seguimos durmiendo en tarimas, en colchonetas, sí vinieron instituciones gubernamentales, vino el alcalde, le agradecemos a él el apoyo, pero no nos vamos a ir hasta que tengamos una vivienda, porque siendo incómodos y visibles nos ignoran, imaginen si realmente nos metemos a una escuela o movemos el albergue de lugar”, dijo el también docente.

Miercoles 08 de Mayo del 2024 11:59 am