José Contreras Contreras
TOLUCA, México, 19 de Abril.- Para que el programa de Zonas Económicas Especiales logre lo objetivos previstos, se requiere inversión pública que atraiga mayor inversión privada productiva, que su planeación sea a largo plazo y que tenga como base las características productivas de cada localidad, advirtió Jaime Sobrino, investigador del Colegio de México.
Durante su participación en la Mesa de Análisis sobre Zonas Económicas, en el marco de la Reunión Regional de América Latina y El Caribe rumbo a la Conferencia Hábitat III, realizada en la sede de la Cámara de Diputados, Jaime Sobrino señaló que éstas deben ser sinónimo de concentración técnica, sectorial y territorial.
El especialista señaló que en México se da un fenómeno inverso del desarrollo, pues “en cuanto más crece el país, las desigualdades territoriales se han acentuado”.
Precisó que uno de los factores más importantes para ese fenómeno es la migración, sobre todo la llamada Movilidad Intermetropolitana, que tiene qué ver con el desplazamiento constante de personas de una ciudad a otra, siempre en busca de mejores oportunidades labores y educativas.
Sin embargo, comentó que en México la Migración Intermetropolitana no se está dando de zonas de menor desarrollo económico a otras de mayor desarrollo, sino que ha sido inversa, en búsqueda de opciones laborales en mercados menos saturados, lo que también genera la reproducción de cinturones de pobreza.
También acotó que México, en la última década, vio disminuir de forma sensible la intensidad migratoria, la cual hoy presenta un nivel de 3.6 por ciento de la población, cuando hace algunas décadas superaba el 7 por ciento, además de que la migración campo-ciudad se redujo al 15 por ciento, a pesar de que hubo tiempos en que ésta era del doble.
Señaló que actualmente los polos de mayor atracción migratoria son los de tipo industrial, en ciudades como Toluca, Saltillo y León, así como los de tipo turístico, entre los que destacó Cancún, Playa del Carmen y Los Cabos.
Por ello, propuso que el programa de Zonas Económicas Especiales que impulsa el Gobierno de la República tome en cuenta estos factores, realice los ajustes legales necesarios para que éste cuente con recursos para el largo plazo, y que aproveche muy bien las características productivas de cada región, lo que traerá un equilibrio urbano mayor para el país.