Xhitas de Jilotepec disfrutan de su último día de pecar

JILOTEPEC, México, 20 de Feb.- Al menos 12 comunidades del municipio de Jilotepec, pueblos de descendencia indígena otomí, se preparan para el festejo del carnaval.\r\nComo cada año, unos cuatro mil hombres de diferentes comunidades se caracterizan de Xhitas, con un atuendo de colores, pero lo más característico es «el greñero», que es un sombrero formado por al menos 50 rabos de res y en la frente lleva unos cuernos de toro o de venado; sus instrumentos son un acocote, el cual lo hacen sonar cual si fuese un instrumento de viento y un chicote que hacen retumbar en el suelo.\r\nUno de los participantes, Álvaro Reyes, señaló que esta tradición tiene muchos años realizándose en estos pueblos, pues el carnaval tiene sus orígenes desde la época prehispánica y se realizaba para dar inicio al trabajo de la agricultura y para alejar a los malos espíritus de las milpas.\r\nAgregó que el Xhita porta un greñero hecho con colas de res, que van de 50 a 100 rabos, y llegan a pesar hasta 10 kilos; representa el culto a la agricultura, pero más específicamente al animal que lo auxilia jalando el arado: el buey.\r\nDurante mes y medio los pobladores de Jilotepec inician la celebración del carnaval, los Xhitas, los mayordomos y los creyentes católicos recorren las calles de su pueblo, visitan las capillas de otras comunidades y también son anfitriones de las otras comunidades del municipio.\r\nEn el grupo de los Xhitas hay dos personajes sobresalientes, La Madama, que es la de mayor jerarquía y viste con una enagua larga, un mandil bordado, un sombrero y una máscara con la fisonomía de una fémina, y lleva en la mano una canasta y una bandera; y El Viejito, que su atuendo es con ropa sucia, deshilachada y su rostro lo cubre una máscara de viejito y un bastón, ambos representan a los padres de los otomíes.\r\nCuando los Xhitas visitan una comunidad son recibidos por los mayordomos de la capilla con una bendición, luego, los participantes entran a la iglesia a rezar y luego en el atrio realizan una danza, tocan su acocote, que es un huaje de maguey, y luego se forman y comienzan a golpear el suelo con su chicote para simular el sonido del trueno y del relámpago, esto para los participantes representa un rito del inicio de la siembra.\r\nIrma Yolanda Noguez, delegada de la comunidad de Xhisda, explicó que esta tradición también tiene otro significado, ya que los Xhitas representan los siete pecados capitales, y por ello, el martes de carnaval se realiza un gran fiesta para celebrar, porque a partir del Miércoles de Ceniza comienza la cuaresma y se entra en un proceso de purificación según la religión católica.\r\n»Esto representa que es el último día que puede uno estar pecando, estar cometiendo este tipo de pecados para que a partir del Miércoles de Ceniza ya no los cometa uno, esa es la parte religiosa», dijo.\r\nLos Xhitas participan cada año como manda o penitencia para dar gracias o pedir perdón por sus pecados a sus santos, esto como parte de sus creencias religiosas.\r\nY como lo describe Oscar Sánchez Santiago, «en Xhisda un niño después de aprender sus primeros pasos, lo que hacen es aprender a brincar como Xhita y tronar el chicote».

Sábado 20 de Abril del 2024 3:53 am