TOLUCA, México, 17 de Feb.- «Cuando la voluntad se tuerce, la inteligencia racionaliza a favor de la conducta incorrecta», sostuvo el Ministro Mariano Azuela Huitrón, quien impartió la conferencia Ética Judicial en las instalaciones de la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral en el Estado de México.\r\nAcompañado por el presidente de dicha dependencia, Santiago Nieto Mariano, Azuela -uno de los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación más reconocidos en la historia de esta institución- habló sobre el valor ético particularmente en la adecuación jurisprudencial de la ley y del derecho positivo mexicano.\r\nEl magistrado destacó que los que se dedican a la impartición de justicia deben buscar la excelencia; «se debe enriquecer el derecho positivo de México gracias a las reinterpretaciones que llenan loa vacíos que la ley no entiende en las jurisprudencia».\r\n»No deben limitarse a interpretar la ley sino a ir descifrando, y es cuando la ética tiene todo sentido; las interpretaciones deben estar en la justicia, en lo debido, en el bien y es lo que hace crecer el cuerpo de jurisprudencias».\r\nConsideró que cuando hay un problema de responsabilidad civil, penal, política, resultado de una conducta tipificada como delito o infracción con alguna irregularidad seria de carácter política ya se contempla en la norma y se impondrá la sanción.\r\n»Las personas entonces, por temor al castigo se portan bien. En ética es otro el caso, de la libertad responsable con personas convencidas en el desempeño de su función para cumplir con estas virtudes».\r\n»Avanzar en la ética judicial no implica sabiduría en el cumplimiento de la norma, implica convicción en la impartición de justicia».\r\nConsideró que el reto del derecho y de los impartidores de justicia es que las personas se convenzan de actuar bien, de tener buena conducta de forma responsable por que quieran, y que en las jurisprudencias tengan una trascendencia.\r\nPara ello, extendió, el derecho exige de intelecto, «desde el escrito de demanda tiene que pensar que sus argumentos sean lo suficientemente poderosos para evitar que su abogado opositor ofrezca lo suficiente para desbaratarlo».\r\n»Eso exige ir pensando, y mientras más se piensa se trabaja el criterio jurídico, como ojo de torero, se ejercita como una actividad intelectual que se aplica en el campo de la impartición de la justicia».