Agencia MVT / Ingrid Ahumada Mañon
TOLUCA, México, 30 de Abril del 2018.- En el Estado de México, los niños de cero a dos años de edad tienen mayor probabilidad de ser adoptados, su posibilidad de integrarse a una familia disminuye entre los dos a los seis años, y solo el dos por ciento de niñas, niños y adolescentes de seis a 17 años logran salir de los centros de asistencia social por adopción.
Cristel Yunuen Pozas Serrano, Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el Estado de México, relató que actualmente cuentan con cuatro centros de asistencia social, en los que albergan en total a 277 niños y adolescentes, de los cuales 149 son hombres y 128 mujeres.
“Es importante recordar a la sociedad dos cosas en la reflexión, estos son pequeños que son hijos del Estado, que tenemos todos los cuidados, pero que por más acciones que nosotros llevemos a cabo, el mejor lugar para que estén es en una familia, tenemos que abrir un poco nuestro corazón y pensar en que estos niños podrían estar en mejores condiciones”, comentó.
Precisó que los centros tienen la capacidad de albergar al menos a 500 niños y adolescentes, y que la actual población con la que cuentan es fluctuante ya que constantemente hay ingresos y egresos.
Explicó que las formas para que un pequeño ingrese a los centros de asistencia social son diversas, desde una denuncia por maltrato, trato negligente, omisión de cuidados, abandono, entre otras, siendo un grupo multidisciplinario el que verifica la vulneración de los derechos de los menores, así como por parte de agentes del ministerios público o una orden judicial.
En cuanto a los egresos puntualizó que en teoría, los centros pueden tener a jóvenes de hasta 18 años de edad; sin embargo, destacó que existen algunos jóvenes que siguen estudiando o trabajando y permanecen en el centro, así como niños, adolescentes o jóvenes con discapacidad que incluso superan los 25 años, actualmente –dijo- cuidan a 30 en esta situación.
Añadió que en algunos casos su salida del centro se debe a egresos no autorizados, niños o adolescentes que se escapan; así mismo existen casos por egreso voluntario, este es a partir de los 18 años cuando los jóvenes firman su salida del centro, a quienes les dan seguimiento previo.
“Lo ideal es restituir su derecho a vivir en familia, esto a través de una familia extensa que son familiares en algún grado, sin necesidad de que estos sean directos, solo que exista algún lazo o sean figuras significativas como los padrinos, siempre y cuando los identifique el pequeño”, distinguió.
Destacó el egreso por adopción o Familia de Acogida, esta última refirió se trata de familias que se hacen cargo de los niños o adolescentes por medio de dos formas, una con la finalidad de adopción y otra sin fin de adopción, es temporal.
En cuanto al fin adoptivo los pequeños se quedan con las familias alrededor de 3 años, mientras se realiza un juicio de pérdida de patria potestad y concluye el procedimiento de adopción, en este tiempo también verifican la compatibilidad que hay entre los niños y los futuros papas; precisó que actualmente alrededor de 60 niños se encuentran en esta situación.
Subrayó que no existen niños dentro del programa Familias de Acogida sin fin adoptivo, en el cual el menor permanece con la familia durante 3 años para después ser cambiado de hogar o ingresado a un centro de asistencia social.
“Seria importantísimo la difusión a nivel sociedad para que vean otra puerta o alternativa de muchas familias que no quieren tal vez ser adoptantes, que quisieran integrar a estos pequeños con posibles oportunidades para desarrollarse y de tener otras oportunidades, seria increíble que la sociedad viera con otros ojos esta posibilidad que la ley nos da”.
Especificó que dentro de los centros cuentan con médicos, psicólogos, enfermeras, pedagogos, trabajadores sociales, abogados y especialistas en niñas, niños y adolescentes.
En cuanto a la educación, indicó que cuentan con una telesecundaria dentro de sus centros, así como un jardín de niños y una primaria, enfatizó que también hay maestros de la Secretaria de Educación Pública (SEP) que dan clases; y que para hacer posible esto cuando llega un pequeño rastrean sus antecedentes escolares y de esa forma pueden ingresar a las escuelas.
“Esta sería una invitación que yo haría a la sociedad, pensar en los niños del albergue como parte de la misma sociedad, que no son diferentes, que hay que incluirlos y como parte de esta inclusión social tenemos que tener la visión de aproximarlos a que tengan diferentes momentos y momentos que les cambien la vida”, finalizó.
